La mujer venció un cáncer de mama en el año 2015, pero algunos dolores de estómago le hicieron pensar que la temible enfermedad había regresado, cosa que luego la autopsia descartó por completo.
Dawn Cheetham, una enfermera dental de Reino Unido, acabó con su vida al ahorcarse en el guardarropas de su pequeña hija de ocho años, creyendo que había regresado un cáncer de mama que sufrió años atrás. Sin embargo, la autopsia reveló que no presentaba células cancerígenas en su cuerpo, reportó este viernes Dailymail.
A Cheetham le habían diagnosticado en aquel momento cáncer de mama en etapa tres, recibió quimioterapia y superó completamente la enfermedad en el año 2015. Su esposo, Jonathan Mellor, la describe como una persona alegre y hermosa, solo que el cáncer estaba constantemente en sus pensamientos y se convirtió en un problema importante.
“Cada pequeño dolor que sentía, o espasmos estomacales, pensaba que era el cáncer que estaba regresando, y creo que por eso hizo lo que hizo”, afirmó Mellor.
El suicidio lo llevó a cabo después de mantener una pelea con su esposo, quien entonces salió de la casa. Cuando regresó, tuvo que derribar la puerta para entrar, y así encontró la trágica escena.
Entre los elementos que formaron parte de la investigación posterior a su muerte, se demostró que Dawn Cheetham había iniciado un tratamiento psicológico para sobrellevar la depresión que enfrentaba debido a su enfermedad.
A pesar de que los hechos sucedieron en julio, solo recientemente se dio a conocer la historia, que también incluye la declaración de Lia Hashmi, personal forense, quien consideró que la discusión con el esposo fue el último factor en una acumulación de sucesos que desencadenaron una alteración significativa en su estado mental.
Mother-of-one, 43, who beat breast cancer hanged herself in her daughter's wardrobe after wrongly believing it had returned @MailOnline https://t.co/Ae9JZ9guf1
— Cavendish Press (@cavendishpress) December 14, 2018