El presidente colombiano respondió duramente al cierre de un nuevo tramo de la frontera entre los dos países
El mandatario colombiano, Juan Manuel Santos, respondió duramente a su homólogo de Venezuela, Nicolás Maduro, tras el cierre, el lunes, de un nuevo tramo de frontera, diciendo que no se dejará provocar y que en la relaciones internacionales no caben los “insultos y payasadas”. Santos, en una alocución presidencial que se ha extendido por casi media hora, insistió en que los problemas de su vecino no son culpa de Colombia. “La revolución bolivariana se está autodestruyendo, se está destruyendo a sí misma, por sus resultados, no por cuenta de los colombianos ni del presidente de Colombia”, dijo desde la Casa de Nariño.
El jefe de Estado reiteró que tiene “profundas diferencias” con el modelo político, económico y social de Venezuela, pero que lo ha respetado. “No la compartimos (la revolución bolivariana), no creemos que sea el camino más adecuado para satisfacer las necesidades del pueblo, pero la hemos respetado”, sostuvo en alusión a las dificultades de desabastecimiento, la tasa de cambio o la altísima inflación que tiene ese país.
El mandatario reconoció que hace 20 o 30 años, muchos colombianos emigraron a Venezuela buscando un mejor futuro porque era un país con oportunidades, pero que ahora, comparar, como lo ha hecho el gobierno de Maduro, la llegada de sus compatriotas con el éxodo de africanos a Europa, es absurdo. “Que argumento tan ridículo, cuál éxodo”, dijo, reforzando que Venezuela dejó de ser atractivo por temas como la inseguridad y la escasez.
Santos insistió, como lo ha venido diciendo desde que se desató la crisis fronteriza hace ya tres semanas, que los problemas de Venezuela “son hechos en Venezuela” y enumeró, con cifras en mano, varios de ellos. “Este año, Colombia va a crecer entre 3 y 3,5% y Venezuela va a decrecer un 7%”. También dijo que el aumento del costo de vida de su vecino está sobre el 200% mientras que en su país es del 4%. Sobre la inversión extranjera explicó que en Venezuela será “ínfima”.
A pesar de esta lista de dificultades, el mandatario reconoció que su país también tiene las suyas y que en la frontera hay inseguridad, contrabando y mafias, flagelos que Colombia ha intentado combatir incluso en conjunto con el gobierno venezolano. Santos le recordó a Maduro que a los dos lados de la frontera hay colombianos y venezolanos involucrados con estas mafias, y que cerrarla no es el mejor camino para afrontarlos. “Que el gobierno venezolano investigue quiénes son los que controlan el contrabando de allá para acá, quiénes son los que se lucran, quiénes son los que cobran peaje, quiénes son los que se quedan con las ganancias”, dijo.
Finalmente, Santos dijo que seguirá buscando resolver la crisis fronteriza a través de la diplomacia, a pesar de que Maduro no le ha pasado al teléfono al presidente de Uruguay, quien se ha ofrecido a mediar entre los dos países. “Como tampoco quiso pasarme a mí al inicio de este conflicto”, reveló. Para el mandatario es inaceptable que mientras Colombia se abre al diálogo la respuesta de Maduro sea cerrar aún más la frontera.
ELIZABETH REYES L./El País