Rusia y China instan a la OTAN a detener la expansión y dejar la «mentalidad de Guerra Fría»

Putin y Xi Jinping

En una declaración conjunta, ambos países fijaron posturas solidarias sobre sus conflictos en política exterior. Le pidieron a la alianza occidental que abandone sus intenciones territoriales, manifestaron preocupación por el convenio de defensa del AUKUS en el mar Indo-pacífico y reafirmaron la consideración de China como soberano de Taipéi. Entretanto, también cerraron pactos benéficos en materia energética y fortalecieron sus lazos como socios estratégicos.

Este viernes 4 de febrero, en la previa de la inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno que se desarrollarán en Beijing, el presidente chino Xi Jinping recibió a su homónimo ruso Vladimir Putin y acordaron estrechar vínculos frente a las “amenazas de seguridad” provenientes de los países occidentales.

Luego de la reunión “franca y amigable” –según calificó la Cancillería china- llevada a cabo en la Residencia de Huéspedes de Diaoyutai, ambos países emitieron una declaración conjunta donde dejaron en claro su compromiso y solidaridad mutua en los conflictos que mantienen en política exterior.

En el comunicado proclamaron “una nueva era” en las relaciones internacionales entre ambos e hicieron hincapié en las posturas similares respecto a problemáticas como “democracia, orden, desarrollo y seguridad”.

Sin mencionar puntualmente a alguien, aseveraron que “un pequeño número de fuerzas en la comunidad internacional sigue obstinada en promover el unilateralismo y en interferir en los asuntos de otros países”. También los acusaron de “socavar” derechos legítimos, intereses y “crear fricciones y enfrentamientos”.

En la declaración, ambos dejaron clara su disconformidad con las acciones de la OTAN y le pidieron que abandone sus deseos de “mayor expansión”, en clara referencia a la tensión con Ucrania. La condición principal que Rusia le expresó a los aliados semanas anteriores es que desistan de incluir a Kiev en el bloque, una petición desestimada por Estados Unidos.

Chinos y rusos solicitaron que la OTAN abandone “mentalidades propias de la Guerra Fría y que respete los intereses y la soberanía de otros países”. Además, afirmaron que el compromiso bilateral es necesario por los “profundos y complejos cambios que está experimentando el panorama internacional”.

Previo al texto publicado, Xi Jinping remarcó que ambos países hondarán en su coordinación estratégica para hacerle frente a las “injerencias externas y amenazas a la seguridad regional”, como son la presencia de la OTAN y los aliados en torno a la crisis con Ucrania y a las tensiones que rodean Taiwán, de quien China reclama soberanía.

“Esto es algo que no ha cambiado y no cambiará. Nosotros respetamos la soberanía del otro, así como sus intereses de seguridad y de desarrollo”, subrayó Xi. Por su parte, el ruso remarcó que ve al país asiático como el socio estratégico “más importante”, un “amigo afín” y ponderó que las relaciones mantengan una cercanía “sin precedentes”.

Esta es la primera vez en dos años que los jefes de Estado de China y Rusia se reúnen en persona y sucede en un momento donde ambos tienen roces con un país en común: Estados Unidos. Los norteamericanos, además de darles respaldo diplomático y militar a Kiev y Taipéi, también concretaron una alianza defensiva con el AUKUS (Australia y Reino Unido) para fortalecer influencia en el mar Indo-pacífico y restringir las pisadas de Beijing.

Convenios energéticos

Más allá de las declaraciones sobre el panorama internacional, los dirigentes también estrecharon lineamientos para mejorar el comercio bilateral, el cual alcanzó la cifra récord de 150.000 millones de dólares el año pasado. Además, concertaron incrementar la cooperación en agricultura, economía digital y sanidad.

Xi Jinping afirmó que ambas naciones deben garantizar la “estabilidad de la cadena de suministro global” y enfatizar en la cooperación de proyectos de energía. Rusia, por su parte, tiene confeccionado un nuevo contrato para aumentar las exportaciones de gas a China a 48.000 millones de metros cúbicos (mcb) –10.000 más- al año a través de un nuevo gasoducto que estará en la parte oriental rusa.

Los planes anteriores de Rusia tenían trazado suministrar 38 mcb hasta 2025 y no estaba definido cuando habría un aumento en las cifras. “Nuestros petroleros han preparado muy buenas soluciones nuevas sobre el suministro de hidrocarburos a la República Popular China”, dijo Putin.

Con información de Reuters y EFE

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