La compañía Nord Stream AG ha suspendido temporalmente este lunes a las 4 de la madrugada (hora GMT) el suministro de gas de Rusia a Europa a través del gasoducto Nord Stream 1 debido a las operaciones anuales programadas de mantenimiento preventivo.
Sus dos tuberías estarán desactivadas desde el 11 hasta el 21 de julio. Durante este período, se realizará un test de componentes mecánicos y sistemas de automatización «para garantizar la explotación eficaz, segura y fiable del gasoducto».
La empresa comunicó el 1 de julio que «el calendario y el plan de los trabajos fueron acordados con antelación con los socios de Nord Stream AG en el transporte de gas».
Mientras duren los trabajos en el gasoducto, la única vía para proporcionar gas ruso a los países de Europa occidental y central es mediante una tubería de tránsito a través de Ucrania. La parte ucraniana últimamente ha confirmado las demandas a través de esta ruta, por la cantidad de tan solo unos 40 millones de metros cúbicos al día, informa TASS.
El 10 de julio y hasta el momento en que se cortó el suministro esta madrugada, el bombeo de gas ruso fue aproximadamente de 63,4 millones de metros cúbicos, cantidad similar a la que de días anteriores. Esta cifra equivale a cerca del 40% de la capacidad máxima del oleoducto, que es de casi 170 millones de metros cúbicos por día, recoge RIA Novosti.
La empresa estatal rusa Gazprom advirtió en junio que se ve obligada a disminuir el flujo de gas a través del gasoducto Nord Stream, una de las principales rutas de suministro de gas ruso a Europa. Según indicó la energética rusa, el motivo es que la compañía alemana Siemens aún no le ha devuelto el equipo técnico utilizado para bombear el gas, que se encontraba en reparación.
¿Qué pasó exactamente?
La turbina, fabricada por Siemens Energy, fue enviada para su mantenimiento a la ciudad canadiense de Montreal, único lugar donde se puede realizar este proceso. Sin embargo, quedó bloqueada debido a las sanciones contra la industria del petróleo y el gas de Rusia, anunciadas el mes pasado por el Gobierno del primer ministro Justin Trudeau. Esto llevó a que el gigante energético ruso Gazprom disminuyera los suministros al 40 % de los niveles habituales, decisión que justificó por la ausencia de la pieza.
La disminución de las entregas a través de Nord Stream, una de las principales rutas de suministro a Europa, hizo que el vicecanciller y ministro de Energía de Alemania, Robert Habeck, pidiera la semana pasada a Canadá que libere la turbina. En respuesta, el ministro de Recursos Naturales del país norteamericano, Jonathan Wilkinson, comunicó el 9 de julio que Canadá devolverá la turbina a Alemania.
El anuncio provocó «una profunda decepción» a las autoridades de Kiev, que calificaron la decisión de «ajuste del régimen de sanciones a los caprichos de Rusia», señalando que Moscú podría suministrar gas natural a Europa a plena capacidad sin necesidad de que la turbina fuera devuelta, utilizando para ello las capacidades de tránsito de la red de gasoductos ucranianos.
Asimismo, el paso de Canadá hizo que el precio del gas en Europa se desplomara este lunes un 11 % hasta 1.600 dólares por 1.000 metros cúbicos en la apertura de las bolsas.