Rusia está realizando una serie de ejercicios militares en todo el país, informó este lunes el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, en una reunión con el presidente ruso, Vladímir Putin.
Según el alto funcionario, los simulacros «a gran escala» han permitido comprobar la preparación de casi todos los distritos militares del país. Las maniobras tienen lugar en distintas áreas, que incluyen el mar de Barents, el mar Negro y el mar Báltico. Además, también participa la Flota del Pacífico.
«Algunos de estos ejercicios están a punto de terminar, otros se completarán pronto», resumió el el jefe de la Defensa rusa, quien agregó que «en todas las esferas se practica una gran variedad de simulacros de acciones del enemigo», incluyendo en los entornos subacuáticos y en la superficie.
Las flotas rusas empezaron a realizar ejercicios en enero. Los simulacros en el mar Negro provocaron el descontento por parte de Ucrania, que denunció que «el alcance sin precedentes de las maniobras hace prácticamente imposible navegar» por el mar Negro y el mar de Azov.
Sin embargo, el portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov, afirmó que todos los ejercicios militares rusos se realizan «en estricto cumplimiento del derecho internacional del mar».
Este lunes, el ministro de Defensa ucraniano, Alexéi Réznikov, y su homólogo bielorruso, Víktor Jrénin, mantuvieron una conversación telefónica y acordaron que ambos países enviarán agregados militares a las maniobras que están en curso. Es decir, Kiev enviará representantes a las maniobras ‘Soyuznaya Reshímost’, que Bielorrusia lleva a cabo junto con Rusia, mientras que Minsk enviará representantes al ejercicio ‘Metel’, que tiene lugar en Ucrania.
- Las especulaciones sobre una posible invasión rusa de Ucrania se han venido intensificando en Occidente desde noviembre, pese a ser rechazadas tanto por Moscú como por Kiev.
- En particular, el pasado viernes la Cancillería rusa señaló que se está llevando a cabo «un ataque mediático coordinado» contra Moscú para «socavar y desacreditar las justas exigencias de Rusia en materia de garantías de seguridad, así como para justificar las aspiraciones geopolíticas occidentales y el desarrollo militar del territorio ucraniano».