Según Le Nouvelliste, el cadáver del mandatario presentaba doce orificios entre el tórax y el abdomen, fracturas del femoral y del cráneo y un ojo vaciado.
Unas imágenes del cuerpo del presidente de Haití, Jovenel Moïse, una vez practicada la autopsia, revelarían nuevos detalles que dan cuenta de la saña de los asesinos y del nivel de violencia con el que fue atacado el pasado 7 de julio, cuando un comando armado irrumpió en su residencia privada en Puerto Príncipe, la capital.
Según informa el diario haitiano Le Nouvelliste, que tuvo acceso a la fotos del cadáver y las radiografías de la autopsia, en varias partes del cuerpo del mandatario se muestra la violencia que ejercieron sus asesinos.
Entre otros detalles, el ojo izquierdo del presidente, de 53 años, fue arrancado. Además, como ya había informado antes el magistrado suplente de Pétion-Ville, Carl Henry Destin, el cuerpo presentaba doce disparos. En este sentido, las fotografías muestran varios agujeros en la caja torácica y en el bajo vientre.
Por otro lado, las placas revelaron que el fémur izquierdo estaba fracturado y que el cráneo tenía una fractura entre el hueso frontal y el parietal, como si hubiera recibido el golpe de gracia cuando ya estaba tumbado de espaldas.
De forma oficial, sin embargo, todavía no han trascendido los detalles de la autopsia. El pasado lunes, en una entrevista con el citado medio, el ministro encargado de los Asuntos Electorales y las Relaciones con los Partidos Políticos, Mathias Pierre, aseguró que la necropsia estaba «hecha y completada».
¿Cómo van las investigaciones?
Mientras tanto, en Haití continúan las investigaciones para dar con todos los responsables del crimen. Hasta ahora han sido capturados 21 sospechosos, de los 26 que habrían conformado el comando armado que perpetró el ataque contra el mandatario. Los detenidos son 19 colombianos y dos estadounidenses de origen haitiano.
Las autoridades también anunciaron el arresto de Christian Emmanuel Sanon, un médico residente en Florida, a quien han catalogado como el sospechoso «central» del magnicidio, que aspiraba a ocupar el cargo de presidente del país, según afirmó el jefe de Policía Nacional, Léon Charles.
Del mismo modo, se espera que el jefe del servicio de seguridad de Moïse, Dimitri Hérard, explique a la Fiscalía este miércoles la razón de sus constantes viajes a Ecuador, con escala en Bogotá, que coinciden con las etapas de preparación del magnicidio donde habrían participado exmilitares colombianos contratados por una empresa estadounidense a cargo de un ciudadano venezolano.
Por ahora, la Policía Nacional de Haití está buscando a tres personas «armadas y peligrosas» que guardarían relación con el asesinato. Se trata del exsenador opositor John Joel Joseph, el empresario Rodolphe Jaar y Joseph Felix Badio, que en el pasado trabajó para el Ministerio de Justicia de Haití y se unió a la unidad anticorrupción del Gobierno en 2013.
En medio de estas pesquisas, el comisionado Jean Laguel Civil, coordinador general de Seguridad Presidencial, y el inspector Paul Eddy Amazan, jefe del Equipo CAT (división de la Policía responsable de proteger la vida del presidente), no han comparecido ante la Fiscalía, que los había citado el martes, sin que hayan aclarado la razón.
También estaban citados al Ministerio Público, el pasado lunes, varios opositores al Gobierno de Moïse, entre ellos el empresario y líder político Réginald Boulos, los exsenadores Steven Benoît y Youri Latortue y los empresarios Dimitri Vorbe y Jean Marie Vorbe.
Según el comisionado de Gobierno en el tribunal de primera instancia de Puerto Príncipe, Me Bed-Ford Claude, estas personas han sido llamadas porque algunas «han hecho declaraciones públicas» y «hay pistas que empujan a convocarlas», recoge Le Nouvelliste.