Los equipos de salvamento de Taiwán, que trabajan en medio de una ola de frío y repetidas réplicas, han logrado rescatar hoy a 50 personas que permanecían atrapadas tras el terremoto de 6,4 grados en la escala Richter que sacudió la isla el pasado martes, por lo que ahora quedan ocho personas desaparecidas. EFE
En las últimas horas y apremiados por el peligro de que nuevos temblores puedan causar más derrumbamientos y muertes, los equipos taiwaneses, con el apoyo de expertos japoneses y militares, han rescatado a decenas de personas que se encontraban atrapadas en edificios dañados o parcialmente derrumbados.
“Las operaciones de rescate van muy bien y a un ritmo increíble”, dijo hoy a la prensa el sismólogo coreano Sun Wen, de visita de observación.
Un miembro del equipo de salvamento, Wu Jia-chi, que ha participado en otros rescates en Taiwán, señaló que “en esta ocasión es más complicado el rescate, debido a la muchas réplicas y por la escasez de espacio en el rescate que obstaculiza el movimiento”.
De momento, se han registrado 9 muertos y 270 heridos, mientras que ocho personas permanecen desaparecidas, según las últimas cifras divulgadas por las autoridades.
Se sospecha que los desaparecidos son una trabajadora doméstica de nacionalidad filipina que se encontraba en el séptimo piso del edificio residencial Yunmentsuiti, así como una pareja canadiense y un niño y cuatro adultos chinos en el Hotel Meilun, detalló el Centro de Operaciones de Emergencia de Hualien.
La Oficina Cultural y Económica de Manila, que representa los intereses filipinos en la isla, mostró su esperanza de que Melody Albano, de 28 años, no se encuentre en el edificio y que sea localizada pronto.
“Esperamos que no esté en el edificio”, declaró hoy a la prensa el jefe de Información de la oficina, Guerry De Belen, que se desplazó a Hualien para interesarse por el paradero de su compatriota, a quien varios testigos la ubican en el séptimo piso.
Por su parte, los turistas chinos, los más castigados por el seísmo con cuatro muertos y cinco desaparecidos, han relatado cómo vivieron el terremoto.
Una turista china, que se encuentra hospitalizada en estado grave, perdió a su esposo en el seísmo, mientras que su hijo se salvó y solo sufre heridas leves.
Otros chinos narran cómo salieron del Hotel Meilun por la ventana del primer piso, mientras que algunos recién llegados quieren cancelar su estancia en Hualien por temor a nuevos seísmos.
El rescate de las víctimas se ha realizado de manera diferente al del año pasado, cuando en la misma fecha ocurrió un terremoto de magnitud 6,6 en la ciudad taiwanesa de Tainan, donde el edificio Weiguan se derrumbó y murieron 115 personas.
Hay quienes en Taiwán han empezado a pensar que el 6 de febrero es una fecha de mal presagio en la isla, ya que en dos años consecutivos ha sido la fecha de terremotos con numerosas víctimas.
Muchos de los desplazados pasarán ahora al Año Nuevo Lunar, principal festividad en la isla, en casas de familiares o amigos, o en los dos centros de acogida que albergan a 736 personas.
“Ahora estamos sin hogar y las ayudas las entregan después del Año Nuevo, ¿qué vamos a hacer en las fiestas?”, preguntó uno de los damnificados a la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, durante su visita de hoy a Hualien.
El terremoto, con una magnitud de 6,4 grados, ocurrió la noche del pasado martes a 22 kilómetros de la ciudad de Hualien y a 10,6 kilómetros de profundidad.
Antes y después de este terremoto se han registrado cientos de temblores de diferentes magnitudes, algo que es inusual, según el director del Centro Sísmico de la isla, Chen Kuo-chang.
Taiwán se encuentra en el llamado anillo de fuego del Pacífico, una zona de gran actividad sísmica, y en 1999 registró un terremoto de magnitud 7,6 que causó 2.415 muertos.