La República Checa quiere un periodo de transición mayor, de dos o tres años, para renunciar al petróleo ruso, un embargo contemplado en las nuevas propuestas de sanciones de la Unión Europea.
«Estamos tratando de conseguir un aplazamiento por dos, tal vez tres años», declaró el primer ministro checo, Petr Fiala, tras el Consejo de Ministros.
«Estamos preparados para apoyarlo (el embargo petrolero) en el supuesto de que la República Checa tenga un período de transición hasta que se aumente la capacidad de los oleoductos que puedan traer el crudo al país», dijo el jefe de Gobierno conservador.
El Gobierno checo considera que el nuevo paquete de sanciones económicas y financieras contra Rusia, que incluye la renuncia gradual al crudo ruso en un plazo de seis meses, debe tener también un mecanismo de distribución comunitario.
«Estamos solucionando muchas cosas para que los efectos (de la desconexión del crudo ruso) sean repartidos equitativamente en toda Europa», indicó hoy el ministro de Comercio e Industria, Jozef Síkela.
Del total de crudo que importa la República Checa, la mitad procede de Rusia, mientras que la dependencia de gas natural es del 100 %.
La República Checa presiona para un aumento de la capacidad del oleoducto TAL, que se extiende desde Italia a Alemania -atravesando Austria-, y que requiere de la aprobación de las autoridades bávaras.
Será necesario «una solución europea común, y fortalecer la importación de crudo de otras fuentes», ha señalado por su parte el titular de Transporte, Martin Kupka, sobre la medida presentada por la Comisión Europea, y que debe ser aprobada por unanimidad. EFE
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