Diversas congregaciones religiosas repudiaron hoy la celebración de esta tarde en el casco histórico del Viejo San Juan de la primera boda múltiple homosexual en Puerto Rico.
“Hoy es un día triste para la sociedad puertorriqueña”, lamentó en un comunicado de prensa Daniel Fernández Torres, el obispo católico de Arecibo, municipio al norte de la isla caribeña.
Será en el sector colonial de la capital puertorriqueña donde unas 63 parejas del mismo sexo contraigan matrimonio después de la decisión del Tribunal Supremo de EEUU de declarar constitucional esas uniones en junio pasado.
El acto se llevará a cabo en el Paseo La Princesa en el Viejo San Juan, frente a la sede de la Compañía de Turismo de Puerto Rico, agencia que promueve la isla como destino internacional de bodas para personas del mismo sexo. El religioso añadió que:
“Movidos por el amor al prójimo y la compasión, es necesario recordar a todos que ‘los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados’. Son contrarios a la ley natural. Cierran el acto sexual al don de la vida. No proceden de una verdadera complementariedad afectiva y sexual”.
“Con la caridad, el respeto y la firmeza que debe caracterizar a todo cristiano, seamos valientes testigos de la verdad sobre el matrimonio y la familia en nuestros hogares, comunidades, con nuestros hijos, nietos, sobrinos y dondequiera que nos encontremos. Hoy más que nunca, Puerto Rico lo necesita”, agregó.
Por su parte, el activista, fundamentalista y evangelista Carlos Sánchez dijo hoy en un comunicado que habrá una “manifestación pacífica” en el Paseo La Princesa durante el acto histórico, el cual describió como una “actividad de sodomitas, fornicarios, promiscuos, borrachos, desobedientes y desleales a Dios”.
Sánchez dijo que “sostener relaciones ‘sexuales’ con personas del mismo sexo está asociado a un aumento en las enfermedades como a una disminución en expectativa de vida”, y afirmó “que los homosexuales viven entre 8 a 20 años menos que los heterosexuales, particularmente los casados”.
El activista criticó además el sexo anal entre las parejas homosexuales, y exigió “conocer los privilegios que ha concedido el Gobierno” de enviar personal del Registro Demográfico a recoger los documentos de las parejas para confirmarlas como matrimonio “para promover esta poca vergüenza”.