Británicos y holandeses eran este jueves los primeros en votar para elegir a sus eurodiputados, dando el puntapié inicial a cuatro días de comicios en la Unión Europea, en que los euroescépticos aspiran a llevarse buena parte del pastel.
Más de 400 millones de electores en 28 países están llamados a las urnas para designar a sus 751 representantes. La mayoría votan el domingo y los resultados no comenzarán a anunciarse oficialmente hasta que el último colegio electoral cierre esa noche.
Checos e irlandeses irán a las urnas el viernes y el sábado lo harán letones, malteses y eslovacos, pero el pistoletazo de salida lo dieron los centros de voto en Holanda, que abrieron a las 05H30 GMT, seguidos media hora después por los del Reino Unido.
En este último país, donde hasta hace poco nadie imaginaba participar en unas elecciones al Parlamento Europeo casi tres años después de decidir abandonar el bloque por referéndum, la campaña ha estado totalmente monopolizada por el Brexit.
A la salida de un colegio electoral en Twickenham, al suroeste de Londres, Neil Rodford, de 49 años, dijo a la AFP haber optado por una formación partidaria de abandonar la UE pese a que en el referéndum de 2016 votó contra el Brexit.
«Hoy, de algún modo invertí mi decisión» por una cuestión de principios, «creo que una vez que el país tomó la decisión de irse, deberíamos haberla ejecutado», explica.
El Reino Unido debía haber salido de la UE el 29 de marzo, pero ante el rechazo del Parlamento al acuerdo firmado por la primera ministra Theresa May con Bruselas, hubo que prolongar el proceso hasta el 31 de octubre a más tardar.
May sigue determinada a no enviar a los eurodiputados británicos a Estrasburgo cuando se forme la nueva Eurocámara a principios de julio. Pero para ello necesitaría que el Parlamento de Westminster aceptase su nueva propuesta sobre el Tratado de Retirada y esta, lejos de ganarle apoyos, parece más encaminada a precipitar su dimisión.
Un sondeo del instituto YouGov publicado dos días antes de las elecciones europeas situaba al Partido Conservador de May en una humillante quinta posición con 7% de intenciones de voto y, en cabeza, al nuevo Partido del Brexit (37%), liderado por el controvertido Nigel Farage, de 55 años.
– Auge de los euroescépticos –
También en Holanda lidera las intenciones de voto un partido euroescéptico, el Foro por la Democracia (FvD), antiinmigración y negacionista del cambio climático. Su líder, Thierry Baudet, de 36 años, aboga por una «Europa boreal» con las fronteras cerradas a los inmigrantes exteriores.
Esta formación se enfrenta principalmente al partido liberal VVD del primer ministro Mark Rutte que, según las últimas proyecciones, podría tener que contentarse con entre 3 y 5 eurodiputados.
El número total de escaños está determinado por la población de cada país: Holanda tiene 26 y el Reino Unido 73.
Como en estos dos países, en gran parte de Europa las encuestas predicen un aumento de los movimientos nacionalistas y populistas, que se oponen al proyecto de avanzar hacia una mayor integración europea, y una pérdida de terreno para los dos grandes grupos en la Eurocámara: el Partido Popular Europeo (PPE, derecha) y el Partido Socialista Europeo (PSE).
En Francia el partido ultraderechista de Marine Le Pen superaría al del presidente Emmanuel Macron y en Italia la Liga de Matteo Salvini lidera los sondeos con su discurso antieuropeo.
«Somos un movimiento de masas que crece, formado por personas entusiasmadas, enérgicas y optimistas y vamos a lograr el Brexit, sólo tenemos que levantarnos y luchar por ello», lanzó un Farage enardecido ante miles de seguidores reunidos el martes para su último mitin.
«El establishment no está asustado¡Están absolutamente aterrorizados!», agregó.
Sin embargo, este aumento del apoyo a los euroescépticos no debería extenderse por todo el bloque: de España a Irlanda, pasando por los países bálticos, los votantes deberían mostrar su sólido apego a la UE. En Alemania, se augura la victoria de la conservadora CDU de la canciller Angela Merkel.
Estas son las novenas elecciones al Parlamento Europeo desde que comenzaron en 1979 y la participación ha ido decayendo cada vez, para llegar al 43% en 2014.