Huawei se queda fuera del suculento mercado de las conexiones del futuro. Los proveedores de telefonía móvil de Reino Unido no podrán comprar nuevos equipos 5G al gigante chino después del 31 de diciembre de este año, y también tendrán que eliminar todo el equipamiento antes del 2027.
Así lo comunicó este martes el secretario de medios, Oliver Dowden, a los diputados, a quienes explicó que la empresa no es considerada segura después de la última revisión realizada por el Centro Nacional de Seguridad Cibernética y que la prohibición retrasará al menos un año la implementación de la red 5G en la nación. El primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, ha ordenado que los equipos de Huawei sean completamente retirados de la red de 5G británica para 2027, arriesgándose a que China responda con ira a esta prohibición.
«Esta no ha sido una decisión fácil, pero es la correcta para las redes de telecomunicaciones del Reino Unido, para nuestra seguridad nacional y nuestra economía, tanto ahora como a largo plazo», señaló Dowden en la Cámara de los Comunes. El cambio radical de criterio del gobierno de Boris Johnson con respecto a la empresa china llega después de que Estados Unidos impusiera nuevas sanciones y a pesar de que en enero Londres permitiera la participación de Huawei, aunque con una capacidad limitada. Sky News reveló además poco antes del anuncio que John Browne renunciará como presidente de la junta de Huawei en el Reino Unido en septiembre, seis meses antes de lo que tenía previsto, ya que el también expresidente ejecutivo de BP pensaba dejar la compañía en marzo.
Huawei lo califica de «politización»
Huawei ha lamentado la decisión y ha asegurado que se ha «politizado» este asunto perjudicando incluso a los consumidores el acceso a las nuevas tecnologías. «Esta decepcionante decisión es una mala noticia para cualquier persona en el Reino Unido que tenga un teléfono móvil. Presenta una amenaza de ralentizar el desarrollo digital de Reino Unido, aumentar los costes y profundizar la brecha digital. En lugar de subir el nivel, el gobierno está bajándolo y le instamos a que reconsidere esta decisión. Seguimos confiando en que las nuevas restricciones de los Estados Unidos no habrían afectado a la seguridad de los productos que suministramos al Reino Unido», apunta en un comunicado remitido a ABC Ed Brewster, portavoz de Huawei en Reino Unido.
«En lugar de aumentar el nivel, el gobierno está bajándolo. Instamos a las autoridades a reconsiderar la medida. Confiamos en que las restricciones estadounidenses no habrían afectado a la capacidad de recuperación o la seguridad de los productos que suministramos a Reino Unido», añade el portavoz. «Lamentablemente nuestro futuro en el Reino Unido se ha politizado, ya que se trata de una cuestión de política comercial de Estados Unidos y no de seguridad. En los últimos 20 años, Huawei se ha centrado en construir un Reino Unido mejor conectado. Como empresa responsable, continuaremos apoyando a nuestros clientes como siempre lo hemos hecho.», insiste.
División en Europa
Los gigantes de las telecomunicaciones de Reino Unido se enfrentan, de esta manera, a una pesadilla a nivel logístico, lo que puede iniciar una operación faraónica para sustituir los equipos ya instalados en miles de estaciones de todo el país. Los distintos proveedores especializados en el despliegue de equipos 5G como Nokia, Ericsson y ZTE han reconocido a ABC recientemente que pueden asumir el aumento de la demanda que deja la eliminación de Huawei del mercado de las telecomunicaciones del futuro.
Robert O’Brien, asesor de seguridad nacional de EE.UU., se reunirá también esta semana con sus homólogos de Francia, Italia y Alemania en París para instar a las naciones europeas a excluir a la compañía tecnológica china Huawei de las redes 5G de Europa. Los Estados miembros se han dividido entre los países partidarios de una intervención gubernamental (Francia, Reino Unido) y aquellos que se han mantenido al margen dejando todo el poder a las empresas de telecomunicaciones (España). La decisión de Reino Unido se produce tras meses de presiones de Washington y después de protagonizar un giro drástico en las políticas del gobierno británico.
Hace unos meses, de hecho, el gobierno británico avanzó que se iba a mantener prudente ante las presiones de EE.UU., que ha situado a Huawei en el epicentro de la batalla contra China. La prohibición, sin embargo, choca contra la postura de las «telecos». British Telecom, una de las más importantes del sector en el mercado británico, ha reconocido que es «imposible» la tarea de eliminar todo el kit de equipamientos de la marca china para las redes 5G «en menos de diez años». Vodafone aseguró en enero su intención de retirar del «core» (la parte más sensible de la red) a la firma china en los próximos años.
Francia puede ser el siguiente país en tomar una decisión similar. El gobierno galo planea restringir a la marca asiática, que ha ganado posiciones a nivel mundial por sus equipamientos de bajo coste, en aras de poner en riesgo la soberanía nacional. Varios informes han apuntado, aunque sin ofrecer pruebas, que Huawei es un instrumento de espionaje al servicio del gobierno chino.
Desde el pasado año la Administración Trump ha señalado a Huawei como un riesgo a la seguridad nacional. La postura de países como España ha tensionado las relaciones comerciales con el gobierno estadounidense, que ha recomendado excluir al fabricante. Unas acusaciones de las que hasta ahora no existen evidencias y que la propia marca ha negado de manera insistente en los últimos años.
Huawei anuncia un mayor beneficio
La tecnológica china Huawei anunció que su facturación en los seis primeros meses del año fue de 454.000 millones de yuanes (64.897 millones de dólares, 57.098 millones de euros), un 13,1 % más interanual. En un breve comunicado publicado en su página web, la compañía, que no cotiza en Bolsa, ofreció tan solo otra cifra, la del margen neto de beneficios, que se situó hasta junio en un 9,2 %, 0,5 puntos porcentuales más en comparación con el mismo periodo de 2019.
ABC