El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha convocado este lunes una reunión extraordinaria del Consejo de Seguridad del país para abordar la situación en torno a Ucrania.
Al principio de la sesión, el mandatario destacó que «nadie discute» que un golpe de Estado armado ocurrió en 2014 en Ucrania, que no fue reconocido por algunas regiones del país, dando origen a la formación de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk. Desde entonces, Rusia hizo todo lo posible para solucionar el conflicto de manera pacífica, mientras «Kiev ha estado maltratando a la gente que vive allí a lo largo de todos estos años», afirmó Putin, agregando que las autoridades en Kiev «no tienen intención de implementar los acuerdos de Minsk».
Putin señaló que el objetivo de la reunión es determinar los próximos pasos con respecto a Donbass, teniendo en cuenta las solicitudes de los líderes de las dos repúblicas autoproclamadas para reconocerlas.
Según explicó, la cuestión del reconocimiento de estos territorios está estrechamente relacionada con los problemas de garantía de seguridad en Europa y el mundo. «La crisis de Ucrania está relacionada con nuestros intereses de seguridad», destacó.
Occidente «intenta fragmentar nuestras propuestas»
El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, declaró durante el encuentro que Occidente no está listo para considerar las propuestas de Rusia sobre la no expansión de la OTAN. «Nuestra impresión general es que los colegas [de Occidente] intentan fragmentar nuestras propuestas sacando de contexto frases sueltas», indicó.
En ese contexto, el canciller señaló que espera celebrar una nueva reunión con el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, que está programada para el 24 de febrero en Ginebra.
«Para empezar debemos entender en qué consisten los supuestos cambios de postura de EE.UU.», dijo Lavrov.
«Ni Ucrania, ni Occidente necesitan a Donbass»
Por su parte, Dmitri Kozak, jefe adjunto de la Administración presidencial rusa que representa a Moscú en las negociaciones del formato de Normandía, afirmó que «es evidente que ni Ucrania, ni Occidente necesitan a Donbass». «Se hace todo para congelar este conflicto» y atribuir la responsabilidad política a Rusia, comentó, agregando que ya se consiguió introducir «en la conciencia colectiva, en la conciencia colectiva ucraniana y occidental, que Rusia es una parte del conflicto» y que se trata de «un conflicto internacional ruso-ucraniano».
Zelenski «quiere devolver a Ucrania el estatus de país con armas nucleares»
El ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, señaló, a su vez, que más de 59.000 militares gubernamentales ucranianos se encuentran cerca de las fronteras de las repúblicas populares de Lugansk y Donetsk, en una zona donde Kiev está concentrando equipos militares como 354 tanques, más de 2.000 vehículos blindados, 160 lanzacohetes múltiples y complejos de misiles operativo-tácticos Tochka-U.
«[El presidente de Ucrania, Vladímir] Zelenski ha declarado que quiere devolver a Ucrania el estatus de país con armas nucleares», recordó Shoigú, calificando esta perspectiva de «extremadamente peligrosa».
El ministro hizo hincapié en que «la situación es extremadamente tensa». «Desde el 14 de febrero observamos que se están preparando graves provocaciones o determinadas acciones en Donbass», detalló.
Durante la reunión, Dmitri Medvédev, presidente de Rusia entre 2008 y 2012 y actual vicepresidente del Consejo de Seguridad, declaró que en Donbass viven «unos 800.000 rusos» que «no solo hablan ruso, sino que son ciudadanos de nuestro país». «Si la situación se sigue desarrollando sin mejoras, la única solución será reconocer a las repúblicas de Donbass», defendió.
Según sus palabras, la OTAN y EE.UU. intentan «redibujar definitivamente el mapa del mundo en su favor», acercarse a las fronteras de Rusia y «ponernos de hecho en una posición sin salida». «Son las líneas rojas de las que habló el presidente» Putin, indicó.
El presidente de la Duma Estatal de Rusia (la Cámara Baja del Parlamento), Viacheslav Volodin, lamentó que la situación en Donbass no ha cambiado durante 8 años y acusó a Kiev de «sabotear todos sus compromisos anteriores». En este contexto, Volodin pidió a Putin que considere la iniciativa de la Duma de reconocer a las repúblicas autoproclamadas.
La presidenta del Consejo de la Federación (la Cámara Alta del Parlamento ruso), Valentina Matvienko, sostuvo que «Kiev no ha intentado de ninguna forma cumplir los acuerdos a los que se había llegado».
El secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, Nikolái Pátrushev, dijo que «el pueblo [de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk] ha aguantado mucho, ya no se puede torturarlo más, y entiendo que debemos apoyar las soluciones que la Duma Estatal le recomienda apoyar al presidente» Putin.
El primer ministro ruso, Mijaíl Mishustin, y el director del Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia (SVR, por sus siglas en ruso), Serguéi Naryshkin, también apoyaron la iniciativa de reconocer a las repúblicas autoproclamadas. «Nuestra posición es clara, y si no hay avance, las repúblicas populares del Donbass deben ser reconocidas», declaró Mishustin.
Al concluir la reunión, Putin declaró que la decisión al respecto será tomada hoy.
Momentos antes del inicio de la reunión, los líderes de las repúblicas autoproclamadas de Donetsk y Lugansk, Denís Pushilin y Leonid Pásechnik, se dirigieron este lunes a Putin pidiéndole que reconozca la independencia de ambos territorios. RT