Bridgetown, 2 jul (EFE).- El presidente de Guyana, David Granger, pidió este jueves a la Comunidad del Caribe (Caricom) que condene “en los términos más enérgicos” los reclamos territoriales de Venezuela, que, según dijo, se ha convertido en una “carga insoportable” para su país.
En su discurso en la ceremonia de apertura de la 36 cumbre de Caricom, Granger aseguró que, con sus “opresivos” reclamos territoriales sobre aguas del Esequivo, muy ricas en petróleo, Venezuela se ha convertido en “un mono en la espalda” de su país.
“Guyana, incluso cuando se acerca el 50 aniversario de su independencia el próximo año, todavía carga con un mono en la espalda. Ese mono es la carga insoportable de una reclamación opresiva y desagradable sobre nuestra tierra y nuestras aguas”, dijo.
En sus últimas reuniones anuales, Caricom siempre ha emitido comunicados reafirmando los derechos de soberanía de Guyana -uno de sus miembros- sobre su territorio y en esta ocasión no se espera que se desvíe de esta posición ante Venezuela, que no pertenece a la organización regional.
Sin embargo, Granger dijo hoy que “nunca” ha necesitado tanto el apoyo del bloque “como hasta ahora”, ya que los reclamos de Venezuela afectan al desarrollo de su país.
En ese sentido, puso el ejemplo de haber tenido bloqueada la financiación de un proyecto hidroeléctrico de gran envergadura porque Venezuela tenía a los inversores “intimidados”, a los ciudadanos de las zonas fronterizas “acosados” y material de exploración de petróleo “incautado”.
Recordó que la frontera se delimitó hace 116 años a través de un arbitraje internacional y advirtió que los reclamos venezolanos afectan también a otros países de Caricom.
En ese mismo sentido su ministro de Asuntos Exteriores, Carl Greenidge, dijo que los límites fronterizos defendidos por Venezuela, “aparte de ser ilegales ante la ley internacional, le otorgan espacios marítimos y otros recursos que son aceptados como parte de la Zona Económica Exclusiva de cada Estado en el Caribe Oriental, desde San Cristóbal y Nieves hasta Granada y Surinam”.
Según fuentes de la organización, está previsto que el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, participe mañana en la cumbre y se reúna con Granger, quien dijo estar preparado para dicho encuentro, aunque la visita no ha sido anunciada oficialmente.
“Cualquier Estado que sistemática, cínica e incansablemente busca repudiar solemnes acuerdos internacionales y socavar la seguridad y la soberanía de otro Estado debe ser condenado”, dijo Granger, quien accedió al poder el pasado mayo.
Añadió que Venezuela, “consciente, de su riqueza y fuerza militar y naval, y sin pensar en la difícil situación de los pobres de una de las áreas más pequeñas y menos pobladas del mundo, ha recurrido de nuevo a la intimidación y la amenaza del uso de la fuerza”.
“Nos arriesgamos a ser miniaturizados y marginados y en nuestros esfuerzos para mejorar nuestras economías podríamos ser trivializados”, advirtió el mandatario a sus homólogos caribeños.
En declaraciones a la prensa, el secretario general de Caricom, Irwin LaRoque, rehusó hoy pronunciarse sobre el asunto y apeló a la diplomacia discreta en el acercamiento con Venezuela, un país que no es de la organización territorial, pero sí es un importante suministrador de petróleo a precios ventajosos.
En el discurso que ofreció en la ceremonia de apertura que tuvo lugar este jueves, LaRoque tampoco se pronunció sobre este asunto.
El Gobierno de Guyana ha intensificado su búsqueda e apoyo internacional desde que Maduro firmara un decreto el pasado mayo en el que, según el primero, el segundo modifica sus fronteras marítimas para incluir una amplia zona que lleva décadas reclamando a Guyana y que incluye un territorio donde recientemente se descubrió un importante yacimiento de petróleo.
Antes de emitir el decreto, Venezuela había escrito en dos ocasiones a la filial local de la petrolera Exxon Mobil pidiéndole que se abstuviera de explorar los recursos petroleros en el área. En ambas ocasiones, el Gobierno de Guyana emitió fuertes objeciones.
Guyana mantiene que un laudo judicial adoptado en 1899 es el único que establece la frontera con el país vecino.
Venezuela considera “nulo e írrito” ese laudo, y hace un llamamiento al Gobierno de Guyana “a mantenerse en el marco normativo del Acuerdo de Ginebra”, que establece que las zonas territoriales en disputa no se deben explotar. EFE