La fundación Petróleo por Venezuela, dirigida por el economista venezolano Francisco Rodríguez, presentó este lunes 2 de diciembre, en un acto en la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (The Washington Office on Latin America, Wola por sus siglas en inglés) el Acuerdo Petrolero Humanitario, cuyo principal objetivo es proteger a los más vulnerable de los efectos colaterales de la crisis política que vive el país.
El Acuerdo Petrolero Humanitario requiere de un pacto político que permita reanudar las exportaciones de crudo a Estados Unidos —actualmente prohibidas por las sanciones impuestas por la administración Trump—, solo bajo la condición de que los ingresos de las ventas sean depositados en fideicomisos manejados por la Junta Administradora y la comunidad internacional, bajo la supervisión de la Asamblea Nacional y organismos internacionales acreditados, tal como explica el white paper del programa, publicado el pasado martes en el sitio web oilforvenezuela.org
Durante su intervención, Rodríguez enfatizó que la propuesta “quitaría a (Nicolás) Maduro el control sobre la distribución de los alimentos, ya que los recursos obtenidos a través del programa no serían manejados por el régimen de Maduro ni podrían ser utilizados para mantener su maquinaria política”.
El Acuerdo Petrolero Humanitario contempla, además, múltiples niveles de supervisión para la compra y distribución de bienes esenciales, a través de mecanismos transparentes, sostenibles y despolitizados que permitan garantizar su llegada a los sectores más golpeados por la emergencia humanitaria.
“No puedes pensar en un programa como el Acuerdo Petrolero Humanitario sin entender que el monopolio de la distribución de alimentos subsidiados a través de las redes públicas ha sido utilizado por Maduro para mantener el control político en Venezuela. Es por ello que proponemos un mecanismo despolitizado de distribución de bienes esenciales, con supervisión nacional e internacional en múltiples niveles”, explicó.
Una junta administradora, integrada por reconocidos expertos en las áreas petrolera y de asistencia humanitaria, tendría a su cargo la supervisión de las ventas de petróleo, la procura de importaciones y la distribución de bienes en el país. Los integrantes serían nombrados de mutuo acuerdo entre las partes del conflicto político venezolano, con la participación de la comunidad internacional. La junta designaría, además, un Comité de Asesoría en el que se incorporen representantes de agencias del sistema de Naciones Unidas.
Francisco Rodríguez destacó que la propuesta no contempla un levantamiento de sanciones, sino un rediseño para que millones de venezolanos puedan mitigar sus efectos. “Nosotros proponemos un acuerdo que, a través de una licencia, permita generar los recursos necesarios para adquirir alimentos y otros bienes esenciales que se necesitan para evitar que se agrave la crisis humanitaria en Venezuela”.
El economista estimó que el Acuerdo Petrolero Humanitario podría generar ocho mil millones de dólares en importaciones de los rubros esenciales, quintuplicando así la oferta actual de alimentos y medicinas en Venezuela. “Si podemos traer a Venezuela 8 mil millones de dólares en importaciones de bienes esenciales a través de mecanismos despolitizados, eso sería liberador para millones de venezolanos”, concluyó Rodríguez.