Varios candidatos demócratas prometen cambiar la ley en un debate revolucionario
Estados Unidos es uno de los dos países del mundo que no ofrece ningún tipo de baja remunerada por maternidad. El otro es Papúa Nueva Guinea. El dato, ausente en cualquier debate electoral de las últimas décadas, ha logrado hacerse un hueco en la agenda de los candidatos demócratas a la presidencia en 2016. El impulso de las medidas sociales del presidente Obama, los cambios generacionales y la situación económica contribuyen a que los candidatos hagan esta apuesta – impensable hace solo cuatro años-, y que choca de frente con las políticas vigentes.
“La cultura laboral, la legislación y las actitudes todavía parecen creer que estamos en los años 50: los hombres trabajan, las mujeres cuidan de la casa y los hijos. Los padres ganan el salario. Y una buena madre está siempre disponible para sus hijos”, escribe Brigid Schulte en Overwhelmed, una obra sobre las dificultades para conciliar trabajo y familia en Estados Unidos. Frente a las leyes, la realidad habla de un 75% de las mujeres con hijos que trabajan fuera de casa.
Las cifras
Estados Unidos es la única nación de la OCDE que no obliga a las empresas a ofrecer una baja por maternidad remunerada. La legislación sólo garantiza que las empresas con más de 50 trabajadores deben garantizar el puesto a los empleados durante 12 semanas después de tener un hijo, pero no están obligadas a mantener el sueldo. El tiempo de duración es, además, el más corto entre las primeras 41 economías del mundo.
La Organización Internacional del Trabajo establece que los países deben reconocer un mínimo de 14 semanas de baja por maternidad, que las madres reciban al menos dos tercios de su salario durante este período y que esa remuneración quede cubierta a través de servicios públicos. EE UU es el único país desarrollado que no cumple ninguno de estos requisitos. Según el Departamento de Trabajo, apenas un 13% de las madres trabajadoras estadounidenses contaron con algún tipo de baja remunerada en 2014.
Un poco de historia
Los expertos atribuyen la situación actual a una de las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial. Mientras que Europa estableció programas sociales y protecciones para garantizar que las familias pudieran tener hijos y mantener su trabajo en las primeras décadas de la recuperación, en EE UU las mujeres que se incorporaron al trabajo durante el conflicto regresaron en su mayoría a los hogares con el final de la guerra.
La cultura empresarial y sindical, menos orientada hacia la protección de los derechos laborales a través de medidas federales también ha impedido que EE UU avance en la misma dirección que el resto del mundo. Las grandes compañías del país, con influencia en los procesos electorales a través de la financiación de las campañas, son además reacias a que el gobierno federal regule cómo deben operar sus negocios, por lo que pocos legisladores han tomado esta iniciativa.
Por qué ahora
Este bloqueo ha contribuido, según Schulte, a que el cambio llegue lentamente a través de los gobiernos estatales y locales, para que la legislación no dependa del Congreso en Washington. La última autoridad en aprobar una medida similar es precisamente la de la capital, donde en estas semanas se ha dado luz verde a la baja remunerada de 16 semanas, la más amplia de todo el país.
El presidente Obama firmó en enero de este año un decreto por el que todos los empleados federales pueden contar con seis semanas de baja remunerada. La medida coincidió con su discurso sobre el estado de la Unión, en el que defendió por primera vez la necesidad de cambiar la legislación. En el último año, grandes empresas como Microsoft, Adobe, Google, Facebook o Goldman Sachs se han sumado y han aprobado la baja por maternidad remunerada para sus empleadas.
La mayoría de ellas son tecnológicas que responden al cambio generacional: están adaptando su oferta a nuevos trabajadores que prestan especial detalle a este tipo de beneficios, los millenials. Otro factor ineludible es, según Schulte, “que los padres empiezan a sentir tanto estrés por falta de tiempo como las madres y, en algunos casos, incluso más”.
Qué dicen los candidatos
Las bajas remuneradas por maternidad han entrado en campaña precisamente en un momento en el que cuentan con importante respaldo ciudadano. El 81% de los estadounidenses consideran que la igualdad salarial, la bajas remuneradas por maternidad y la educación pública es “buena para el país”, incluidos el 94% de los demócratas y el 65% de los republicanos, según datos de la organización Make It Work. Entre las mujeres, el 60% es más favorable a votar a un candidato que defienda el mismo salario para ellas que para los hombres, un salario mínimo más alto y bajas remuneradas tanto por maternidad como por enfermedad.
Equal pay, paid leave, childcare: These aren't just "women's issues," they're family issues and economic growth issues. #DemDebate
— Hillary Clinton (@HillaryClinton) octubre 14, 2015
La demócrata Hillary Clinton ha rechazado en varias ocasiones que “se considere este un asunto de mujeres” e incluye la baja remunerada por maternidad entre las medidas que pueden beneficiar a todo el país. “Lo que es bueno para las mujeres, es bueno para América”, afirma cuando promete acabar con el hecho de que una de cada cuatro mujeres regrese al trabajo a menos de 10 días después de dar a luz. “La gente me pregunta cómo va a funcionar en términos económicos. Es algo que funciona en el mundo desarrollado y también en un lugar no muy lejano llamado California”.
Junto a Clinton, Bernie Sanders ha defendido un proyecto de ley que reconocería 12 semanas de baja remunerada y que además cubriría a todos los empleados, no solo a los que cuentan con un contrato fijo. “Le diremos a las madres que cuando tengan un bebé no les vamos a separar porque tendrán una baja con su salario, como hace cualquier otro país”, defendió el senador de Vermont durante el debate electoral de la semana pasada.
Marco Rubio ha sido hasta ahora el único republicano en proponer una medida similar. El senador de Florida considera que demasiados ciudadanos “tienen que elegir entre atender a sus hijos en momentos de gran necesidad o cubrir las necesidades económicas básicas de su familia”. Rubio ofrece un recorte de impuestos del 25% a las empresas que cubran un mínimo de cuatro semanas de baja remunerada y hasta un máximo de 12. El crédito a las compañías sería de un máximo de 4.000 dólares por empleado y por año.
Cristina F. Pereda/El País