El comisionado de la Policía de Trinidad y Tobago, Gary Griffith, afirmó que se implementarán las medidas de seguridad necesarias para garantizar la protección de los venezolanos en ese país, mientras se espera la decisión de las autoridades locales respecto a los 16 niños de esa nacionalidad que esperan asilo tras ser deportados.
Medios locales informan este sábado 28-N de que Griffith dio esa garantía tras reunirse con Carlos Amador Pérez, embajador de Venezuela en Trinidad y Tobago, quien realizó una visita de cortesía a las oficinas centrales de la Policía en Puerto España.
El diplomático venezolano identificó áreas de cooperación en relación a la gran cantidad de nacionales de Venezuela que residen en Trinidad y Tobago, con el objetivo de desarrollar un mecanismo más efectivo para la tramitación y resolución de asuntos consulares.
Pérez mostró además su deseo de una mejor colaboración entre los dos países en iniciativas contra el crimen.
Griffith se comprometió a seguir compartiendo información sobre iniciativas contra el crimen, pero no se dieron detalles de la situación por la que atraviesa el grupo de 16 niños, más algunos adultos que los acompañan, caso sobre el que deben pronunciarse las autoridades del país caribeño.
Encuentro virtual entre ministros
Para avanzar sobre ese asunto, el ministro de Seguridad Nacional de Trinidad y Tobago, Stuart Young, anunció que mantendrá una reunión con su homólogo venezolano.
Young confirmó en el Parlamento la reunión a preguntas de la oposición, que sigue a una solicitud que fue recibida en comunicación diplomática por parte de la Embajada de Venezuela.
El funcionario de Trinidad y Tobago matizó que la reunión será virtual, pero no precisó la fecha.
Respecto a la pregunta de la oposición sobre la deportación del grupo de venezolanos, Young dijo que el grupo fue «escoltado» fuera de las fronteras de Trinidad y Tobago.
Matizó que la ley al respecto es clara e insistió en la palabra «escoltar».
Medios del país caribeño han subrayado que uno de los obstáculos para resolver este problema reside en que Trinidad y Tobago no dispone como tal de normativa para atender caso de asilo a refugiados.
La última información disponible señala que familiares de los 16 menores venezolanos deportados de Trinidad y Tobago que permanecieron casi dos días perdidos en el mar y que volvieron finalmente al país caribeño permanecen a la espera de la decisión de las autoridades locales sobre el futuro de los niños.
Familiares concentrados
La prensa del país caribeño destaca que familiares de los niños se concentraron junto al centro de detención con suministros para los menores, en un centro de detención en la localidad de Erin.
Los menores, según la prensa local, iban a ser transportados al helipuerto de Chaguaramas para pasar una cuarentena de dos semanas, después de que la jueza Avason Quinlan-Williams ordenara durante una sesión de emergencia del Tribunal Superior detener una segunda deportación.
Cerca de una treintena de personas, incluidos 16 niños, el más joven un bebé de cuatro meses, fueron arrestados en la localidad de Chatham, en Trinidad, la semana pasada, y detenidos en una estación de la Policía.
El domingo pasado salieron en una embarcación rumbo de vuelta a Venezuela, pero tras cerca de 2 días en paradero desconocido regresaron a Trinidad y Tobago en estado muy deteriorado.
El grupo de 16 niños, acompañados por algunos adultos, trataría de reunirse con sus padres, que supuestamente disponen de permiso de residencia en el país.
En 2019, el Gobierno de Trinidad y Tobago entregó documentación por la que se legalizaba la situación a 16.000 venezolanos, lo que les ha permitido trabajar y residir legalmente.