Que se modifique “urgentemente” el decreto 886, relacionado con el giro de recursos para la atención inicial de urgencia a inmigrantes de países fronterizos, es la solicitud inminente del Instituto Departamental de Salud (IDS), entidad que pidió, nuevamente, que se amplíe el servicio de salud a esta población, publica La Opinión.
Según el titular del Instituto, Juan Bitar, es necesario que la atención sea integral, pues el servicio de urgencias por sí solo no es suficiente dadas la demanda y necesidad de tratamientos continuos, para lograr la estabilización de los pacientes.
“El paciente no puede atenderse solo como atención inicial de urgencias y pensar que hasta ahí se soluciona el problema”, dijo Bitar. “Hay que darle continuidad al tratamiento hasta la rehabilitación total”.
Según el funcionario, debido a esta inestabilidad los pacientes tienden a reingresar una y otra vez al servicio de urgencias, lo cual no solo afecta la capacidad de atención sino la propia salud de los migrantes.
“Cuando un paciente sale y no tiene la recuperación absoluta de su salud, a los 10 ó 15 días está haciendo un reingreso y esto también genera un indicador negativo para el sector”, señaló.
Por eso, la propuesta es que se modifique el decreto pues, por ahora, solo se tiene el decreto 1288, que da acceso a la oferta institucional a los migrantes registrados en el Ramv, y en el que hay cierto alivio con las maternas y algunas patologías crónicas.
Maribel Trujillo, gerenta de la ESE Norte (Tibú) coincidió con Bitar en la propuesta de ajustar la normatividad actual, tal como se le expondrá al presidente Iván Duque, en su visita a Cúcuta, este 24 de noviembre.
Trujillo manifestó que las normas actuales, así como la posibilidad de que los migrantes accedan al Sisben no resuelven la totalidad de los inconvenientes, en vista de que muchos de ellos aún están indocumentados y otros, no tienen acceso a los medicamentos.
“La población migrante reingresa porque no tiene medicamientos para suplir su condición de salud ni tiene los tratamientos completos, sino solo la atención inicial y no la ambulatoria”, explicó.
“Al niño que se atiende por una fiebre se le da el servicio intrahospitalario pero después de estabilizarlo, vuelve a su hogar”, agregó. “Sin embargo, sin tratamiento, vuelve a urgencias a las pocas horas de haber salido”.
La gerenta enfatizó en que “vamos a seguir en este círculo vicioso” si no se logran los cambios, “porque no solo no vamos a poder atender de la mejor manera a la población migrante sino que también se afectará la población cotidiana de las Eps”.
Canalizar recursos extranjeros
Una de las soluciones en las que el gobierno departamental insiste es que se logre la canalización de recursos de cooperación internacional para servicios de mayor complejidad.
Tal es el caso de las maternas, o de aquellas personas que llegan al territorio nacional con enfermedades como difteria, tuberculosis o lehismaniasis, que van en aumento.
Al respecto, Trujillo comentó que en el caso de Tibú, antes se atendían de 2 a 3 partos diarios, y en este momento se cubren entre 5 a 7, y el 80 por ciento es de población migrante.
“Eso va a afectar el perfil epidemiológico del departamento, así como algunos indicadores de calidad por identificación de gestantes, con controles antes de la semana 12”, dijo.
Al respecto indicó que las gestantes migrantes llegan en la semana 30, o directamente a la atención del parto, razón por la que si se destinan acertadamente los recursos internacionales podrían descongestionar estos y otros servicios.