Antes que el nuevo presidente de Estados Unidos, Joseph Biden, asumiera sus funciones, un grupo de corporaciones petroleras, importadores de crudo venezolano y grupos «de apoyo» iniciaron contactos con representantes de la nueva administración a cargo en Washington para lograr una suspensión definitiva de la prohibición de intercambiar petróleo por diésel y otros productos necesarios para que el gobierno de Nicolás Maduro estabilice el suministro de combustibles.
De acuerdo con una información de Reuters, las empresas Reliance de India, la española Repsol y la italiana Eni, que mantenían convenios de canje de petróleo por diésel, han hecho contactos con representantes de la administración Biden.
«Una fuente cercana a Reliance dijo que la empresa había enviado a los aliados de Biden material informativo sobre las posibles consecuencias humanitarias de la prohibición de los intercambios de diésel con la esperanza de que la nueva administración restableciera la exención», indicó la agencia británica.
«Nuestro objetivo es, hacerlo en el Día 1», dijo la fuente, que habló con la condición del anonimato. Agregó que la administración de Trump rechazó en noviembre una solicitud de la empresa para participar en un canje ofrecido por Pdvsa que le habría permitido importar crudo venezolano a cambio de diésel, siguió el despacho citado.
Una fuente de Repsol dijo muy institucionalmente que la petrolera ibérica «está en constante diálogo con las autoridades de Venezuela y de los Estados Unidos para asegurar que la empresa siga cumpliendo… y continuaría su compromiso con la administración entrante de Biden». Un portavoz de Eni dijo que era «prematuro» comentar el tema.
La administración Trump, desde el último trimestre de 2020, ha prohibido a las empresas enviar a Venezuela diesel a cambio de crudo. Estos acuerdos fueron eximidos por más de un año de las sanciones a Pdvsa.
Esto ha suscitado preocupaciones sobre el impacto humanitario de un posible déficit de diésel, ampliamente utilizado en el transporte público venezolano, en la agricultura y como combustible para los generadores utilizados como respaldo para enfrentar los frecuentes apagones. Los agricultores ya están advirtiendo que la escasez está impidiendo la cosecha de azúcar y la siembra de arroz.
Una escasez más aguda de gasóleo se sumaría a la escasez generalizada de gasolina en Venezuela, ya que las refinerías nacionales están trabajando a una fracción de su capacidad instalada. Washington no ha autorizado a los clientes de Pdvsa a abastecer de gasolina a la nación de la OPEP, afectada por la crisis, durante más de un año.
«El transporte público utiliza mucho diésel», dijo Feliciano Reyna, presidente del grupo de ayuda Acción Solidaria, con sede en Caracas, que se centra en el tratamiento del VIH/SIDA y otras actividades de ayuda médica.
«Esperamos que la próxima administración de Biden pueda dar una mirada más estratégica al propósito de las sanciones, y pueda levantar aquellas que no cambien la posición del grupo en el poder y en cambio creen problemas para la población», dijo Reyna.
Documentos internos de Pdvsa vistos por Reuters muestran que Venezuela no ha recibido importaciones de diésel desde noviembre, y la consultora Gas Energy Latin America advierte que los inventarios del país podrían agotarse en marzo o abril. Venezuela depende ahora en gran medida de Irán para la importación de combustible, especialmente de gasolina.
Una fuente cercana al complejo refinador de Pdvsa en Paraguaná dijo que sus dos plantas principales están produciendo juntas alrededor de 30.000 barriles de diésel por día; Gas Energy estima que el consumo osciló entre 42.000 y 59.000 barriles por día (bpd) en 2020.
Los envíos de diesel de Pdvsa a Cuba promediaron alrededor de 4.000 bpd en los últimos tres meses del año, una pequeña fracción del total de 75.000 bpd que envió a la isla en otros tiempos, según muestran los documentos internos de Pdvsa.