El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha reconocido este sábado ante la prensa que en el departamento de Antioquia «hay un crecimiento del Clan del Golfo», que no se encuentra «en ninguna negociación con el Gobierno» y centra su actividad en las economías ilícitas, como la de la cocaína, a las que las autoridades están asestando un golpe.
«En la medida en que destruyamos la economía del oro ilícito, protegiendo al pequeño minero, que se le olvidó a los gobiernos proteger al pequeño minero, y se creció una economía de la violencia a partir del oro», expresó el presidente de Colombia desde Alemania, donde asistió a la Conferencia de Seguridad de Múnich.
«Son decenas de toneladas incautadas en los últimos días. En esa misma medida estos grupos van a accionar contra el Gobierno y contra la población», manifestó, afirmando que «es el efecto de una eficacia de la lucha contra la economía ilícita por parte del Gobierno» colombiano.
«Nosotros vamos a responder. Si no son capaces de desmantelar sus grupos, como hemos solicitado, simplemente serán destruidos», concluyó Petro, haciéndose eco de las recientes muertes de militares colombianos a manos del Clan del Golfo.
Cinco miembros del Ejército Nacional murieron y nueve más resultaron heridos el viernes y el sábado en la zona rural de Segovia, en el departamento de Antioquia, durante las operaciones para proteger a la población civil de los ataques del grupo armado ilícito. El capitán Javier Leal se salvó gracias a su celular, que portaba en el chaleco a la altura del pecho, tras recibir uno de los disparos. RT