El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, anunció que este martes serán indultados los líderes catalanes en prisión, una decisión que favorecería a los nueve separatistas del ‘procés’, tras el fallido intento de independencia de Cataluña a finales de 2017. El anuncio cayó mal en la derecha española y resultó insuficiente para los independentistas.
Desde el ‘Gran Teatre del Liceu’ en Barcelona, el jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez, anunció que este 22 de junio su Consejo de Ministros aprobará el indulto a los nueve catalanes encarcelados, luego de que el Tribunal Supremo español los condenara en octubre de 2019 a penas de entre nueve y 13 años de prisión.
El perdón que ofrece Sánchez no es otro que el de otorgarles la libertad, luego de que en su contra pesara el delito de sedición por cuenta de un hecho puntual: la declaratoria unilateral de independencia del Parlamento regional de Cataluña, el 27 de octubre de 2017, luego de que el 1 de ese mismo mes un referendo tachado de ilegal por Madrid concibiera la secesión como el destino de los catalanes.
«El Gobierno ha optado por abrir paso a la reconciliación, al encuentro», dijo el socialista Sánchez este lunes 21 de junio ante unas 300 personas de la sociedad civil catalana.
Entre los líderes que serán favorecidos con el anuncio se encuentra el entonces vicepresidente del ejecutivo catalán Oriol Junqueras y la antigua presidenta del Parlamento regional, Carme Forcadell.
Sin embargo, quien era el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, actualmente refugiado en Bélgica, así como otros cuatro miembros de su antiguo gabinete que huyeron de España, no serán favorecidos con el indulto.
Las razones del Gobierno español para limar asperezas con Cataluña
Pedro Sánchez justificó que «el futuro tiene que importar más que el pasado», y que la medida del indulto es un borrón y cuenta nueva, para «hacer las cosas mejor».
Aunque es consciente que la concesión que propone el presidente de Gobierno no cala del todo bien en amplios sectores de la sociedad española, -60 % la desaprueba según sondeos- defiende «su plena legalidad y su absoluta constitucionalidad».
En su discurso, Sánchez insistió en que hacer las paces con los catalanes es de «utilidad pública», una consigna que recoge la ley española desde su redacción en el siglo XIX. De manera que la medida abre, según sus palabras, la esperanza hacia «un espíritu de diálogo y de concordia».
Considerada una arriesgada e impopular medida por los expertos, el Ejecutivo español defiende los indultos pese al coste político que le pueda suponer.
De acuerdo con los últimos sondeos del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIDS), el Partido Popular (PP), de tradición conservadora, le respira en la nuca al PSOE de Sánchez. La distancia entre los dos partidos se recortó a tan solo 3,5 puntos de diferencia, luego de que a principios de junio el Gobierno expresara públicamente la posibilidad de otorgar perdones.
La derecha española y los independentistas catalanes cuestionan la propuesta
Para el ala de la derecha política española los indultos de Pedro Sánchez constituyen una «traición». Ni más, ni menos. El actual líder del PP, Pablo Casado, lo acusó de un «golpe de gracia a la legalidad» y prometió revertir la decisión ante los tribunales.
«El apaciguamiento no es una opción, es sólo un aplazamiento que otorga nueva fuerza a la amenaza», añadió Casado.
Sánchez presenta hoy el desacato a la legalidad y el desfalco a la soberanía en formato de ópera bufa en el Liceo de Barcelona.
Y con platea subvencionada con fondos UE, palco virtual en Lledoners donde han escrito el libreto y fila 0 en Waterloo que en vez de aplaudir, patea. pic.twitter.com/gpUhcgjZxP
— Pablo Casado Blanco (@pablocasado_) June 21, 2021
Por su parte, los catalanes demuestran estar insatisfechos con el indulto a sus líderes. Así lo explica Quima Albalate, manifestante de 61 años en Las Ramblas: «Los indultos son una minucia, la verdad es que nos han quitado la libertad de expresión a todos los niveles, tenemos a nuestro gobierno legítimo en la cárcel o en el exilio, y esto es muy grave en una democracia».
Para el presidente del actual Gobierno catalán, Pere Aragonès, los indultos constituyen «un primer paso», pero pecan de «insuficientes». Un punto de desencuentro con Sánchez, porque mientras Aragonés considera que la «sentencia del Tribunal Supremo fue injusta», el presidente del Gobierno español considera que «no hay camino fuera de la ley».
Pero los manifestantes catalanes no se rinden. Justo hoy, a las afueras del Liceu desde donde se pronunciaba Sánchez, se leía en las pancartas: «Ni indultos, ni amnistía, ¡independencia!». EFE
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