Papa Francisco apoya la creación de leyes que amparen la unión civil entre personas del mismo sexo

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El papa Francisco, en unas sorprendentes declaraciones, ha resaltado la necesidad de apoyar la creación de leyes que amparen la unión civil entre personas del mismo sexo. Las palabras del Papa emergen de un documental estrenado hoy en Roma dirigido por el ruso Evgeny Afineevsky. “Los homosexuales tienen derecho a estar en una familia. Son hijos de Dios y tienen derecho a una familia. Lo que tenemos que hacer es crear una ley de uniones civiles. Así están cubiertos legalmente. Yo apoyé eso”, señala en la película.

No es la primera vez que Jorge Mario Bergoglio se pronuncia en esa dirección. A eso, probablemente, se referiría el propio Pontífice en el documental cuando señala: “Yo apoyé eso”. Su biógrafo, Austen Ivereigh, recuerda que cuando era arzobispo de Buenos Aires, se opuso a la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo, pero se mostró a favor de una ley que regulase las uniones. “Lo hizo porque cree que deben respetarse los derechos básicos como poder heredar, visitar al otro en el hospital… Es una cuestión de justicia civil. Esa fue su posición matizada, pero perdió el voto con los otros obispos”, recuerda al teléfono el autor de El gran reformador.

Es la primera vez, sin embargo, que Francisco muestra un apoyo tan nítido y directo a este tipo de uniones desde que fue nombrado Papa en 2013. Además, la referencia explícita a la “familia” profundiza más en un concepto hasta ahora tabú para la Iglesia en relación con la convivencia entre personas homosexuales. Francisco pide que se promuevan esas leyes refiriéndose, se supone, a los países donde todavía no existen. La nacionalidad rusa de su entrevistador, además, hace suponer que el Papa piensa en lugares donde no solo no existen estas leyes, sino que los homosexuales son perseguidos.

La posición de Francisco sobre la integración de los homosexuales en la Iglesia ha sido siempre algo ambigua, pero mucho más avanzada que la de sus predecesores. La primera vez que habló de ello como Pontífice fue en un el vuelo de vuelta de su viaje a Brasil en 2013. Entonces dijo: “Si una persona es gay y busca a Dios y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarlo?”. Explicó que dicha orientación sexual no era un pecado, aunque matizó que sí lo eran los actos. Más adelante, además, en unas polémicas declaraciones, aconsejó llevar a los niños homosexuales al psicólogo. “Todo el mundo tiene derecho a tener un crío, venga como venga. Comprendo que genere dolor si es homosexual, pero nunca se echa del hogar a alguien porque tenga tendencia homosexual. Cuando la persona es muy pequeña y muestra síntomas raros, puede ir a un psicólogo para que vea a qué se debe eso”, señaló en una entrevista en La Sexta.

El País