Con el tradicional chupinazo, la ciudad española de Pamplona dio la bienvenida este sábado a los Sanfermines, una fiesta conocida internacionalmente por sus encierros de toros, que recorren el casco viejo de la capital navarra.
Una multitud de personas vestidas de blanco y rojo esperaron en la plaza del Ayuntamiento al lanzamiento, desde el balcón de la alcaldía, del chupinazo, el cohete que marca el inicio de las fiestas, a las 12H00 (10H00 GMT).
Los Sanfermines, que terminan el 14 de julio, atraen cada año a cientos de miles de turistas a la capital de Navarra (norte), donde durante nueve días no falta ni el vino ni el jolgorio.
Los tradicionales encierros taurinos que se organizan en las calles del casco antiguo, inmortalizados por Hemingway en 1926 en su novela «Fiesta», tienen lugar cada día a las 08H00 de la mañana.
Los corredores intentan acercarse lo máximo posible a la manada formada por seis toros salvajes y seis cabestros, en un recorrido que termina en la plaza de toros de Pamplona, donde los animales acaban muriendo por la tarde a manos de toreros de renombre.
Los encierros dejan cada año varios heridos y al menos 16 corredores han muerto en ellos desde 1910.
Por otro lado, las autoridades llevan a cabo campañas de prevención de agresiones sexuales desde hace varios años al margen de esta fiesta. Los Sanfermines de 2016 estuvieron marcados por un caso de violación colectiva que provocó enormes manifestaciones feministas en todo el país en apoyo de las víctimas.
Los cinco agresores, que se apodaban a sí mismos como «La Manada», fueron condenados el 21 de junio de este año a 15 años de prisión por violación.
AFP