Algunos Estados miembros de la Unión Europea comenzaron hoy a reabrir sus fronteras exteriores a los 15 países, incluida China (si bien esta condicionada al principio de reciprocidad), integrantes de la lista acordada a nivel europeo, mientras que otros mantendrán las restricciones a territorios considerados seguros o permitirán la entrada a otros que no están en dicho documento.
Tras consensuar ayer, martes, «in extremis» los países a cuyos residentes se permitirían los viajes no esenciales hacia la UE, esta comenzó hoy a deshacer el primer cerrojazo masivo de su historia, motivado por la pandemia de coronavirus, que obligó al cierre a mediados de marzo para todos los viajes que no fueran imprescindibles.
Desde hoy la UE recomienda reabrir sus fronteras a una pequeña parte de aquellos países que podían franquearlas antes de la crisis sanitaria: Australia, Argelia, Canadá, Corea del Sur, Georgia, Japón, Marruecos, Montenegro, Nueva Zelanda, Serbia, Tailandia, Túnez, Uruguay y Ruanda, mientras que en el caso de China, la entrada de sus ciudadanos queda vinculada a que los europeos puedan entrar allí.
Una recomendación disfrazada de acuerdo
No obstante, cada Estado miembro es soberano en lo tocante a sus fronteras y puede decidir mantener el veto a los ciudadanos de alguno de estos países o, del mismo modo, permitir la entrada de personas que procedan de otro país extracomunitario que no figure en la lista consensuada.
La lista es, al fin y al cabo, una recomendación para que la reapertura de las fronteras exteriores sea menos caótica que la imposición inicial de restricciones internas llevada a cabo en marzo, cuando el espacio Schengen sufrió importantes disrupciones de las que solo ahora comienza a recuperarse.
El Gobierno checo, por ejemplo, ha anunciado que mantendrá restricciones de entrada a quienes viajen desde Argelia, Marruecos, Túnez, Uruguay, Georgia y Ruanda , pese a que estos países están en la lista acordada por la UE.
De la misma forma, Austria impuso hoy una alerta de viaje para Serbia y Montenegro junto a otros de los Balcanes Occidentales , aunque estos dos países están también en la lista.
El caso contrario es el de Croacia, que ha decidido ampliar la lista y añadir a su vecina Bosnia-Herzegovina, aparentemente para facilitar la llegada de electores el próximo domingo para los comicios legislativos.
También Bulgaria incluye a Bosnia en su propia lista, si bien también excluye a doce de los catorce países consensuados en Bruselas y solo reabrirá las fronteras para Serbia y Montenegro, además de para el espacio Schengen.
Italia, por su parte, anunció anoche que permitirá la entrada de los residentes de todos los países de la lista por «necesidades laborales, razones de salud, estudios y urgencia absoluta» e impuso una cuarentena obligatoria.
Bélgica, por su parte, evaluará en los próximos días «cuándo y en qué condiciones» permitirá acceder a su territorio los viajes «no esenciales» de los residentes de los 14 países que forman parte de la recomendación europea.
Países como Holanda han levantado la prohibición de entrada al grupo de países seleccionados por la Unión Europea, exigiendo reciprocidad a China, al considerar que estos territorios tienen una situación sanitaria con respecto al coronavirus comparable o mejor que el promedio en Europa.
Alemania mantiene las normas de limitación a la entrada basadas en los datos de contagio en los países de procedencia con una lista de zonas de riesgo establecida por el Instituto Robert Koch (RKI) de virología, de referencia en Alemania, que el martes mantenía a Marruecos y Argelia, entre otros países.
Revisión cada dos semanas
La lista se revisará cada dos semanas para ver si es pertinente actualizarla basándose en los criterios establecidos por la UE y tras una evaluación y consultas con la Comisión Europea y las agencias europeas competentes.
Las restricciones de viaje para un país tercero de la lista se podrán levantar o reintroducir «total o parcialmente» a tenor de los cambios en algunas de las condiciones y en la evaluación de la situación epidemiológica.
De esa manera, si la situación en un país en la lista empeora rápidamente, se deberá tomar una decisión con celeridad.
El cierre de las fronteras no ha afectado en ningún momento a los ciudadanos de la UE y Schengen y sus familiares, así como los nacionales de terceros países que sean residentes de larga duración en la UE, el personal sanitario y científico trabajando contra la COVID-19, las personas que transportan mercancías, los trabajadores fronterizos y los temporeros agrícolas, y así seguirá siendo. EFE