Octava noche de asedio a la sede principal del Partido Socialista Obrero Español en Madrid deriva en el lanzamiento de petardos y botellas a la Policía.
La concentración ha transcurrido con normalidad hasta pasadas las 22.10 horas, cuando se han comenzado a escuchar petardazos y a ver lanzamientos de botellas y bengalas encendidas al cordón policial. Al mismo tiempo, los agentes llamaban a la calma por megafonía.
Horas antes, un manifestante ha llegado a agredir a un cámara de La Sexta entre gritos de «fuera, fuera». Además de corear lemas como «que te vote Txapote» , «Sánchez traidor» o «Puigdemont a prisión», algunos concentrados han hecho también un llamamiento a la huelga general.
Sobre las 19.00 horas han empezado a llegar los primeros manifestantes, que se han acercado al edificio portando banderas de España para mostrar su desacuerdo con la amnistía.
La Policía ha dispuesto un fuerte operativo para proteger la sede socialista en previsión de que continuasen los altercados que han tenido lugar estas últimas noches.
Según la Delegación del Gobierno, la protesta ha reunido a unas 4.000 personas en Madrid. La cifra es sensiblemente menor que la de este jueves, cuando asistieron unas 8.000 personas, o que la del martes, cuando los manifestantes fueron unos 7.000.
La Investitura
El presidente del Gobierno en funciones y líder del PSOE, Pedro Sánchez, ya tiene garantizados los apoyos para salir investido como nuevo jefe del Ejecutivo del Congreso de los Diputados en un pleno que se celebrará a mediados de la próxima semana. No ha sido un parto fácil, pero finalmente el PSOE ha alumbrado todos los acuerdos necesarios con los partidos independentistas y nacionalistas para mantenerse en La Moncloa. Y nunca mejor dicho, partido a partido.
Los partidos independentistas le avisaron de que iba a «sudar» cada voto y el PSOE ha sudado, sobre todo con Junts, el partido que más difícil se lo ha puesto en una última semana más que tensa para cerrar el cómo y el quién de la amnistía a los encausados por el ‘procés’, la clave de bóveda de toda la negociación. El pacto cerrado con el PNV este viernes ponte el punto y final en la travesía de Sánchez para aunar una mayoría parlamentaria diversa y compleja con formaciones que tienen el punto común del nacionalismo pero de corte ideológico opuesto.
Así, Sánchez será presidente superando la mayoría absoluta en primera votación con el apoyo de PSOE, Sumar, ERC, Junts, EH Bildu, PNV BNG y CC. Un total de 179 diputados dirá que sí a Sánchez, tres más de la mayoría absoluta, frente a los ‘noes’ seguros de PP, Vox y UPN.
Desde que el pasado 3 de octubre el rey Felipe VI designara al socialista como candidato a la investidura, los movimientos no han cesado y, aunque los últimos siete votos de Junts han costado, antes se han cerrado otros para los que han hecho falta gestos y fotografías inéditas, llamadas simbólicas y acuerdos que, ya sí, están cerrados.