«Venezuela es un país quebrado en el que los cubanos que están en Caracas son en buena parte los que están gobernando», afirmó el ex presidente de Costa Rica Oscar Arias. «Es un país con un desabastecimiento como nunca en la historia de América Latina», agregó. Así lo reseñó El Nacional.
Con una inflación como la que tuvieron algunos países en los ochenta, es una nación con un gobierno que tiene un apoyo de 20% y no sabemos si va a ganar o perder las elecciones legislativas de diciembre.
Es evidente que con ese apoyo popular tiene que perder, pero Venezuela ya nos ha dado varios sustos», declaró el premio Nobel de la Paz a BBC Mundo en el «Hay Festival México». El ex mandatario no se mostró muy optimista sobre lo que ocurre en América Latina pese al acercamiento entre Estados Unidos y Cuba y los avances en el proceso de paz en Colombia.
«La verdad es que uno siempre ha esperado pasar la página de las dictaduras militares de Centro y Suramérica.
Tuvimos éxito en ese sentido, aunque no nos confundamos: Hoy tenemos regímenes que llegan al poder por medio de elecciones, algunas libres, otras más o menos libres, pero una vez en el poder los presidentes borran la separación de poderes que existen en todas las democracias desde Montesquieu».
Arias señaló que hay gobiernos que «se apoderan del Poder Judicial, del Poder Electoral y cierran medios de comunicación. Luego modifican la Constitución para reelegirse», lo que caracteriza a «los gobiernos autoritarios».
Dijo que el país que más ha hecho esto «evidentemente» es Venezuela.
América Latina. El ex presi- dente cuestionó que en la región «no se han construido democracias verdaderamente liberales» y se ha permitido «el nacimiento de estos líderes populistas, demagogos, que juegan con los sentimientos del pueblo, que ofrecen cosas irrealizables».
Arias indicó que a pesar del ligero crecimiento en Argentina, Paraguay, Brasil, Chile y Ecuador: «En 200 años de vida independiente que llevamos no tenemos un solo país rico, del primer mundo».
Frente a la posibilidad de unificación de América Latina, en un espacio común como la Unión Europa, consideró que hay que replantear el término «integración».
Añadió que a pesar de que se tiene un mercado común en la región, los países optan por tratar con otras economías que impulsan el mercado asiático. Como ejemplo del retraso en áreas como educación y desarrollo, citó los 4 millardos de dólares que Venezuela paga por armas a los rusos o el cambio de la flota de aviones de guerra de Brasil.
Sin embargo, se vio optimista con respecto a las futuras generaciones. «Tenemos una juventud cada vez mejor preparada.
Lo que tenemos que hacer es convencerla de que ingrese a la vida pública. Que no se satanice el que gente buena venga a la vida pública. Porque si se sigue haciendo entonces no van a querer ser diputados, ocupar un cargo de ministro o aspirar a la Presidencia», concluyó
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