El Estado Islámico ha ordenado que todas las niñas y mujeres entre 11 y 46 años de Mosul, la segunda ciudad de Irak, sean sometidas a la mutilación genital femenina, una práctica atroz poco común en el país árabe, ha denunciado este jueves la ONU.
En la fetua (edicto islámico), el líder del Estado Islámico (IS, por sus siglas en inglés) y autoproclamado califa Abu Bakr al Bagdadi exige que se lleve a cabo la ablación para «alejar a las mujeres del libertinaje y la inmoralidad». El Fondo de Población de la ONU calcula que la medida podría afectar a unas 4 millones de mujeres y menores de edad.
«Es algo muy nuevo en Irak, especialmente en este área y es motivo de gran preocupación», ha alertado Jacqueline Badcock, coordinadora humanitaria de la ONU en Irak por videoconferencia desde Erbil, la capital de la región autónoma del Kurdistán. «No es la voluntad del pueblo iraquí ni de las mujeres iraquíes en estas zonas vulnerables controladas por los terroristas», ha recalcado.
Hasta la fecha, la ablación de clítoris era casi inexistente en Irak, reducida a algunas zonas de Erbil y Suleimaniya, en el Kurdistán. Un portavoz de la policía de Mosul, Ahmed Obaydi, ha declarado al diario kurdo Basnews que el objetivo del IS -que ha diluido la frontera entre Irak y Siria y cuenta con un largo historial de torturas, ejecuciones sumarias, secuestros y amputaciones- es «evitar la inmoralidad y promover actitudes islámicas». «La decisión fue tomada como un regalo de Al Bagdadi a la gente de Mosul», ha declarado el agente.
Una práctica común en África
Más de 125 millones de mujeres han sufrido la circuncisión femenina en todo el planeta. La práctica, común en una veintena de países africanos, es ajena al mundo musulmán. De hecho, solo está arraigada en Sudán y Egipto. En la tierra de los faraones, 27,2 millones de mujeres -el 91 por ciento de las egipcias en edad fértil- han sido víctimas de esta terrible costumbre. Ilegalizada desde 2008, el pasado mayo se inició el primer juicio contra un médico y un padre por la muerte de una niña tras la operación. Es una práctica extendida entre musulmanes y cristianos egipcios.
La extirpación parcial o total de los órganos genitales es una violación de los derechos humanos. Su práctica, a menudo en pésimas condiciones higiénicas, puede provocar hemorragias prolongadas, infecciones, infertilidad e incluso la muerte. En Egipto, por ejemplo, sus partidarios insisten que se trata de una practica religiosa que reduce la libido de las mujeres, preserva su virginidad hasta el matrimonio y elimina cualquier tentación de adulterio.
Asimismo, la ONU ha señalado este jueves que en Mosul solo quedan veinte familias cristianas después de que el IS amenazara la semana pasada con la muerte a todos aquellos fieles que no se convirtieran al islam, pagaran un impuesto o abandonaran la urbe. Desde entonces, la mayoría de los vecinos cristianos ha huido de la ciudad y sus propiedades han sido confiscadas. Las familias que han optado por permanecer en Mosul han abrazado el islam o han pagado el impuesto, ha detallado la ONU.
El IS tomó el pasado 9 de junio Mosul, la segunda ciudad de Irak. Desde entonces, sus conquistas han diluido la frontera con Siria. A finales del mes pasado, su líder Abu Bakr al Bagdadi proclamó la restauración del califato. Sus dominios se extienden ya desde la provincia siria de Alepo (norte) hasta la iraquí de Diyala (este)
Fuente: http://www.elmundo.es/