Los insurgentes talibanes no muestran signos de reducir el nivel de violencia en Afganistán para facilitar las negociaciones de paz con el gobierno, y parecen estar tratando de fortalecer su posición militar para usarla como ventaja, con la “violencia sin precedentes” de 2020 extendiéndose a 2021, señalaron expertos de Naciones Unidas en un nuevo reporte que circuló el viernes.
Según el comité de expertos, los talibanes serían los responsables de la gran mayoría de los asesinatos que caracterizan la última ola de violencia en el país, atacando a funcionarios gubernamentales, mujeres, defensores de los derechos humanos y reporteros, entre otros. Estos incidentes “parecen llevarse a cabo con el objetivo de debilitar la capacidad del gobierno e intimidar a la sociedad civil”, apuntó.
En su reporte de 22 páginas al Consejo de Seguridad de la ONU, los expertos apuntaron que la retirada de las fuerzas estadounidenses y de la OTAN antes del 11 de septiembre, el aniversario de los ataques terroristas de 2001 en Estados Unidos, “será un desafío para las fuerzas afganas al limitar sus operaciones aéreas con menos drones y radares y su capacidad de vigilancia, con un menor apoyo logístico y de artillería, así como la interrupción de su formación”.
Los talibanes fueron derrocados en 2001 tras la invasión de la coalición liderada por Washington cobijar a Osama bin Laden, el arquitecto del 11S.
Un acuerdo de paz negociado por Estados Unidos y que los talibanes firmaron en febrero de 2020 buscaba sacar a las tropas estadounidenses del país y poner fin a más de cuatro décadas de implacables guerras desde la invasión de la antigua Unión Soviética en 1979.
Las negociaciones entre representantes de los talibanes y gobierno de Kabul comenzaron en septiembre en Doha, Qatar, y continuaron a principios de este año. Pero el 13 de abril, un día antes de que Joe Biden anunciase que todas las tropas estadounidenses saldrían antes del 11 de septiembre, los talibanes dijeron que no participarían en ninguna conferencia sobre el futuro del país hasta la marcha de todas las tropas extranjeras.
Los expertos de la ONU, que monitorean las sanciones contra los talibanes, predijeron más violencia antes de la salida.
“La retórica talibán y los reportes de los preparativos para la temporada de combates de primavera indican que es probable que el grupo incremente sus operaciones militares en 2021, independientemente de que se anuncie o no la ofensiva de primavera”, explicaron.
Los expertos cuestionaron también la labor de las fuerzas afganas sin el respaldo de la coalición.
“Las fuerzas afganas han revertido con éxito muchos de los logros talibanes con la ayuda del respaldo aéreo de la coalición internacional, pero lo han hecho con un elevado índice de víctimas mortales”, apuntaron. “Queda por ver cómo actuarán las fuerzas afganas sin eso”.
El comité presentó un sombrío panorama de violencia: aunque en 2020 se esperaba una reducción, se disparó al nivel más alto registrado nunca por la ONU en el país, con más de 25.000 incidentes, un 10% más que en 2019. AP