La ola de frío extremo que azota la región del medio oeste de Estados Unidos, con temperaturas más gélidas este miércoles que las del Polo Sur o Alaska, ha paralizado las principales ciudades de esta región y dejado un saldo provisional de seis muertes relacionadas con la tormenta.
Las bajas temperaturas, que alcanzaron los 37 grados bajo cero en Bemidji, en el estado de Minesota, se vieron agravadas por un viento que llevaba la sensación térmica a los 50 bajo cero en la vecina ciudad de Duluth, según el Servicio Meteorológico Nacional.
Como comparación, en Anchorage (Alaska), la temperatura mínima prevista para este miércoles es de 21 grados bajo cero, mientras que en la estación científica estadounidense Amundsen-Scott, situada muy cerca del Polo Sur geográfico, la mínima es de 23 grados negativos.
Estas condiciones meteorológicas dejaron las calles prácticamente vacías al obligar a la mayoría de las personas a permanecer en sus casas para protegerse del peligro de congelación inmediata.
Un hombre de 70 años apareció este miércoles congelado en Detroit, informó la policía de esta ciudad de Michigan, donde se registró una sensación térmica que rondó los 30 grados bajo cero.
Esta muerte se sumaría a otras relacionadas con esta ola de frío polar, después de que un hombre falleciera el fin de semana en Minnesota al no poder entrar en su vivienda por haber perdido las llaves y un individuo que cayó fulminado cuando paleaba nieve.
Las autoridades también achacan al mal tiempo la muerte de tres personas que murieron en accidentes de tráfico en esta región del medio oeste del país.
En Chicago, que se teme pueda ser el epicentro de esta tormenta, la mayoría de las empresas decidieron no abrir sus puertas y recomendaron a sus empleados no trabajar, por lo que muy pocos se aventuraron a desafiar el frío polar de 30 grados centígrados negativos, con una sensación térmica de -45.
Las escuelas públicas no abrieron hoy y también estarán cerradas mañana, no hay actividad en las universidades e instituciones públicas.
Inclusive el Servicio de Correos suspendió la entrega y recolección de correspondencia en los cinco estados del medio oeste, imposibilitado de cumplir con su promesa de que “ni la nieve, la lluvia, el calor o la penumbra de la noche” le impedirían realizar sus rondas.
Prácticamente no hay gente caminando por las calles de Chicago, la tercera ciudad más populosa de Estados Unidos, con 2,7 millones de habitantes, y los automóviles son pocos y menos los autobuses de transporte público que circulan.
El intenso frío y la falta de clientes hizo que el servicio de tren metro modificara sus horarios, con menos frecuencias en sus líneas más utilizadas.
La compañía nacional de trenes Amtrak suspendió sus servicios a partir de Chicago y para evitar el riesgo de descarrilamientos, se encendieron hogueras en algunos puntos para calentar las vías.
La actividad también es reducida en los aeropuertos O’Hare y Midway de Chicago, donde al mediodía de hoy (17.00 GMT) se habían cancelado cerca de 1.800 vuelos.
“No sé si es posible una situación peor que ésta”, declaró hoy el meteorólogo Matt Friedlein, del Servicio Nacional Meteorológico, quien advirtió sobre los efectos de los vientos gélidos que soplan desde el Lago Michigan.
No se pronostica un alivio del frío por lo menos hasta el sábado, por lo que los gobernadores de Illinois, Wisconsin y Michigan declararon emergencias para enfrentar los riesgos a la salud pública que imponen las bajas temperaturas en toda la región.
En ciudades como Detroit, Minneapolis y Milwaukee, grupos de caridad operan lugares para calentarse y refugios para desamparados, que extendieron sus horarios de funcionamiento y aumentaron su capacidad.
En Detroit, la temperatura mínima fue hoy por la mañana de 26 grados bajo cero, con una sensación térmica de -40 provocada por los vientos gélidos, mientras que en gran parte de Iowa hubo -45 negativos.
Un viento helado de -31 grados centígrados puede congelar la piel en pocos minutos, por lo que las personas deben extremar los cuidados y evitar la exposición innecesaria al frío, alertaron las autoridades.
El alcalde de Chicago, Rahm Emanuel, informó este miércoles de que, además de los centros de calentamiento que funcionan en refugios, iglesias y agencias de la Municipalidad, fueron habilitados cinco autobuses que circulan por la ciudad para recoger a personas en dificultades, algunos equipados con enfermeros.
Con información de EFE