La ciudad de Nueva York anunció hoy que volverá a retrasar el regreso presencial a las aulas de casi todos los alumnos de primaria y secundaria, a excepción de los más pequeños y de los alumnos de educación especial, por el temor de provocar un rebrote de la pandemia de la COVID-19.
La ciudad, que fue uno de los epicentros de la pandemia, no iniciará las clases en modo presencial el lunes como estaba previsto y cambiará a un modelo de regreso escalonado a las aulas, con los alumnos de primaria regresando el 29 de septiembre y el resto, hasta secundaria, de vuelta a partir del 1 de octubre.
Solo los alumnos de guardería (3 a 4 años) y de educación especial regresarán a las aulas la semana que viene.
El inicio oficial de las clases presenciales estaba previsto en Nueva York el 10 de septiembre, pero las quejas de padres, maestros y alumnos llevó a replantear la reapertura.
El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, aseguró este jueves que la decisión se tomó después de analizar cuál han sido las mejores prácticas en el resto del mundo.
«Tenemos que tener distancia social, limpieza constante, cubrebocas para estudiantes y adultos», explicó De Blasio.
Nueva York tiene el mayor distrito escolar de todo Estados Unidos, con más de un millón de alumnos, por lo que el inicio presencial de las clases supondría un gran aumento de desplazamientos y podría significar un repunte en los casos, que se han mantenido bajos y contenidos desde julio en todo el estado.
Las autoridades de la ciudad permitirán que las escuelas impartan clases en el exterior y se ha establecido un sistema de rotación presencial-en línea para limitar el número de alumnos en las aulas y permitir el distanciamiento social.
De Blasio ha prometido la contratación de 2.000 maestros más, pero los responsables escolares consideran el número insuficiente, sobre todo teniendo en cuenta el aumento de jubilaciones entre aquellos que no quieren exponerse a contraer la enfermedad.
Nueva York ha vigilado de cerca el impacto que ha tenido en otras zonas de Estados Unidos y en otros países la reapertura de las escuelas, que está siendo un quebradero de cabeza para autoridades de todo el mundo.
Estados Unidos alcanzó ayer las 196.661 muertes y los 6.626.242 casos confirmados de COVID-19, según el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins.
Pese a que Nueva York ya no es el estado con un mayor número de contagios, sí sigue como el más golpeado en cuanto a muertos en Estados Unidos con 33.042, más que en toda Francia o España; tan solo en la ciudad de Nueva York han muerto 23.762 personas por la enfermedad, según el recuento de las autoridades locales. EFE