Este miércoles, el ex bombero Richard Driscoll falleció víctima de una enfermedad, que estaba vinculada con las tareas de rescate que se implementaron durante los atentados del 11 de Septiembre en Estados Unidos. Dichos ataques fueron dirigidos hacia las Torres Gemelas.
El Departamento de Bomberos de Nueva York informó la noticia y aseguró que Driscoll, de 73 años de edad, murió a causa de lo que se conoce como la enfermedad del World Trade Center. Asimismo, indicó que es el número 200 en sucumbir por las secuelas.
«Es casi incomprensible que, después de haber perdido a 343 miembros el 11 de Septiembre, ahora hayan muerto otros 200 por la enfermedad del World Trade Center», dijo Daniel Nigro, comisario del cuerpo de bomberos.
El polvo, humo, productos químicos y tóxicos que emanaron de los escombros afectaron a bomberos, policías, obreros de la construcción y otros trabajadores de emergencia que estuvieron presentes en el suceso. Estas personas quedaron con secuelas tras su hazaña heroica.
Driscoll se retiró en 2002 del camión de bomberos 91, que prestaba servicio en el este del neoyorquino barrio de Harlem, después de 32 años sirviendo en el Departamento. Además, participó en la guerra de Vietnam y, durante su tiempo en el cuerpo, se le citó en cinco ocasiones por su valentía.
Los bomberos destacaron que respondió valientemente a los ataques y trabajó sin descanso en el rescate.
Su muerte se suma a la de otro bombero, Kevin Nolan, que falleció el martes a los 58 años de edad como consecuencia de un cáncer, también ocasionado por las tareas de rescate.
«Descansen en paz, bomberos Richard Driscoll y Kevin Nolan», publicó en Twitter el alcalde Nueva York, Bill de Blasio.
El alcalde lloró la muerte de 200 agentes que se enfrentaron al peligro y se quedaron hasta que el trabajo estuvo hecho. Asimismo, De Blasio dijo que el Senado de Estados Unidos debe financiar por completo el Fondo para la Compensación de las Víctimas del 11-S, después de que el republicano Rand Paul bloqueara un proyecto de ley que aportaba dinero suficiente hasta 2090.
En un principio, se estableció un fondo de 7.000 millones de dólares, que se ha quedado pequeño debido a la cantidad de reclamaciones que ha habido y a que no existe ningún mecanismo para agregar más aportes.
El 29 de junio falleció un detective retirado, de origen cubano, de la Policía de Nueva York. Luis Álvarez, de 53 años edad, murió a causa de un cáncer relacionado con las sustancias que aspiró durante los tres meses que pasó buscando víctimas entre los escombros de las Torres Gemelas.
Cerca de 3.000 personas murieron en los ataques de la organización terrorista Al Qaeda en el World Trade Center de Nueva York, en el Pentágono y cerca de Shanksville, en Pensilvania, y todavía quedan por identificar a alrededor de 1.100 personas.