El que fuera el 41º presidente de Estados Unidos, George H. W. Bush, ha fallecido a los 94 años.
El encargado de anunciar la triste noticia su hijo, y también expresidente, George W. Bush, en una comunicado: “Jeb, Neil, Marvin, Doro y yo anunciamos con tristeza que después de 94 años extraordinarios, nuestro querido padre ha muerto”.
Statement by President George W. Bush on the death of his father, President George H.W. Bush https://t.co/wDD0vnlN8U pic.twitter.com/t7UsDYSKY8
— George W. Bush Presidential Center (@TheBushCenter) December 1, 2018
El texto añade que George Herbert Walker Bush, que estuvo al frente de la primera potencia mundial entre 1989 y 1993, fue “el mejor padre que un hijo o una hija puede tener” y agradecen las muestras de cariños que les han llegado en estos momentos de dolor. Bush ha muerto ocho meses después de que lo hiciera su esposa, la ex primera dama Barbara Bush, con la que estuvo casado 73 años.
El padre de George W. Bush ha tenido diversos problemas de salud en los últimos años, como una neumonía que lo mantuvo ingresado dos semanas en 2017. Sufría un tipo de parkinson que le impedía caminar y debía moverse en silla de ruedas.
Participó en la Segunda Guerra Mundial formando parte de la Marina como aviador. Tras su paso por el ejército se graduó en la Universidad de Yale y después se mudó a Texas con su familia para dedicarse al negocio del petróleo.
En su dilatada carrera como político se incluye el ser miembro de la Cámara de los Estados Unidos, embajador de las Naciones Unidas o director de la CIA. En 1980 se postuló para ser presidente del país, pero perdió los comicios frente a Ronald Reagan. Aún así el ganador lo escogió para ser su vicepresidente. En 1988 tuvo mejor suerte en las elecciones y el republicano venció a su oponente demócrata Michael Dukakis y se convirtió en el 41º presidente de EE.UU.
Desde la Casa Blanca, Bush “41” (para diferenciarlo de su hijo, Bush “43”) lideró el fin de la Guerra Fría, la primera guerra del Golfo y la invasión de Panamá mientras la Unión Soviética se derrumbaba y Alemania se reunificaba.
Los triunfos diplomáticos y bélicos no le bastaron para lograr la reelección, y en 1993 entregó al demócrata Bill Clinton las llaves de la Casa Blanca y se retiró a su hogar en Houston (Texas) junto a su esposa.