La tragedia de Helen Davey, una mujer que falleció el pasado mes de junio en Inglaterra tras quedar atrapada entre el colchón y la base del canapé de su cama ha provocado una advertencia sobre el peligro de este sistema de almacenamiento.
Los hechos ocurrieron el pasado 7 de junio en su casa en Seaham, en el condado de Durham, de Reino Unido cuando la mujer de 39 años falleció por asfixia después de que el colchón se derrumbara sobre su cabeza, según relata el Dailymail, que explica que la mujer fue encontrada por su hija de 19 años.
La investigación develó que el accidente se produjo porque uno de los pistones de gas que elevaban el colchón estaba defectuoso.
Según el periódico británico, este fin de semana se ha conocido que Jeremy Chipperfield, forense principal de Durham y Darlington, ha escrito al Gobierno avisando del riesgo de nuevos accidentes que pongan en riesgo a otras personas. Informó de que era su deber plantear sus preocupaciones a la Oficina de Normas de Productos del Departamento de Negocios y Comercio sobre «la existencia y el uso de mecanismos de pistón de gas cuyo fallo presenta un riesgo para la vida».
Chipperfield aseguró en su informe que «la fallecida estaba inclinada sobre el área de almacenamiento de una ‘cama de gas’ de estilo otomano cuando la plataforma del colchón descendió inesperadamente, atrapando su cuello contra el panel lateral de la base de la cama. Incapaz de liberarse, murió de asfixia posicional», recoge el Daily Mail.
Según el Daily Mail, la muerte de Davey es el segundo accidente fatal para la familia después de que su hermano Luke, de 16 años, muriera de una lesión cerebral cuando estrelló su ciclomotor contra un poste de telégrafo en 2011.