El cantautor satírico Javier Krahe ha fallecido esta madrugada de un infarto en su casa de Zahara de los Atunes (Cádiz). Krahe era uno de los cantautores de referencia en la escena musical española, símbolo de la libertad de expresión, músico de culto y trovador incansable. Los restos mortales del cantautor serán trasladados el próximo martes al tanatorio de la M-30 de Madrid, según informa abc.es
Krahe, que nació en Madrid el 30 de marzo de 1944 y murió en Zahara de los Atunes (Cádiz), cuenta con catorce discos editados y 150 canciones compuestas, entre los que figura “La Mandrágora” (1981), disco que firmó con Sabina y Alberto Páez, o el tema “Cuervo ingenuo”.
Javier Krahe, que ha fallecido de un infarto en su casa de esa localidad gaditana, inició estudios de Ciencias Económicas en la Universidad Complutense de Madrid, pero los abandonó para irse a vivir a Canadá, tras conocer a la canadiense Annick. Allí empezó su carrera como letrista al tiempo que desempeñaba distintos trabajos.
A su regreso a España en 1972, empezó a componer canciones para otros cantantes como Alberto Pérez o Chicho Sánchez Ferlosio. Este último fue quien le convenció para que interpretase sus propios temas. En 1980 grabó su primer disco, “Valle de lágrimas”.
La fama le llegó un año más tarde cuando el presentador de televisión Fernando García Tola le descubrió en el pub La Mandrágora, donde actuaba junto a Joaquín Sabina y Alberto Pérez. Sus apariciones en el programa de Tola “Esta noche” le dio popularidad. Tres estilos muy distintos que se conjugaban perfectamente y cuyo resultado fue “La Mandrágora” (1981), disco del que llegaron a vender más de cien mil copias.
Después del éxito, el trío continuó sus carreras en solitario. Krahe, el más ácido de los tres, grabó en 1983 “Aparejo de fortuna”, al que siguieron “Corral de cuernos” (1985) y “Haz lo que quieras” (1987).
Comprometido social y políticamente, en 1986, en plena campaña del referéndum sobre la permanencia de España en la OTAN, levantó una fuerte polémica con su canción “Cuervo Ingenuo”, claramente anti-militarista.
Su doble disco, “Elígeme”, fue grabado en directo en la sala madrileña del mismo nombre en 1988 y que incluyó temas como: “La hoguera”, “¡Olé, tus tetas!” y Villatripas”. Con este álbum lanzó su propio sello discográfico.
Concurrió en 1989 como quinto candidato al Congreso de los Diputados, dentro de la lista “Grupos Radicales por Madrid antiprohibicionistas sobre droga”. En noviembre de ese año intervino en San Sebastián en el concierto “Contra el miedo” en apoyo del cantautor vasco Imanol, que había sido amenazado por ETA.
Contrario a la Guerra del Golfo, en 1991, participó en el Festival celebrado en Madrid, “Paremos la Guerra”, promovido por la Plataforma por la Paz, además de intervenir en un recital benéfico para recaudar fondos para el Frente Polisario “Por un referéndum libre en el Sáhara”. Ya en los noventa salieron “Sacrificio de dama” (1993) y “Versos de tornillo” (1997).
Fundó en 1999, junto al Gran Wyoming, Santiago Segura, Faemino y Pablo Carbonell, entre otros, la discográfica independiente 18 Chulos con la que editó sus siguientes trabajos: “Dolor de garganta” (1999); “Cinturón negro de karaoke” (2006), “Toser y Cantar” (2010) o el disco homenaje “…Y todo es vanidad” (2004).
Después de 35 años sobre los escenarios, en 2014 volvió con fuerza con su último trabajo, “Las diez de últimas”, acompañado de la obra “El derecho a la pereza”, de Lafargue, para que “la caterva de políticos con los que contamos, que actúan de mala fe y con mala idea, tomen ejemplo”, manifestaba el veterano cantante madrileño en una entrevista con Efe.
En 2012 fue juzgado por un delito de ofensas a los sentimientos religiosos por el corto ‘Cómo cocinar un crucifijo’, del que fue absuelto por no existir la intención de “menoscabar, humillar o herir los sentimientos religiosos”, según el auto.
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