La Superintendencia de Sociedades acaba de someter a la empresa Monómeros Colombo Venezolanos al máximo grado de supervisión: la figura de control.
La medida busca que se tomen correctivos para subsanar una situación crítica de orden contable, económica, jurídico o administrativo.
No es una medida de coadministración, expropiación ni toma de posesión. Pero los directivos deben informarle a la entidad todas las decisiones que asuman.
La decisión se conoce dos semanas después de que EL TIEMPO reveló que Nicolás Maduro amenazó con llevarse a esa empresa del país, que factura 790.000 millones de pesos al año.
“Pido que se haga un documento de todos los productores venezolanos para que Jorge Rodríguez lleve como punto fundamental en la primera sesión del diálogo, la firma de un documento para que la empresa Monómeros se le regrese a su dueño: Pequiven (…) Si todo se está poniendo en su lugar, Monómeros debe volver a sus dueños, a su matriz, para que todos los productos vengan a Venezuela a contribuir en la recuperación económica e integral del país”, señaló Maduro en medio de los diálogos en México con la oposición.
EL TIEMPO ya había revelado detalles de una inspección de la superintendencia a la sede de Monómeros y de un posterior requerimiento.
En efecto, una comisión se hizo presente tras recibir una alerta por el contrato suscrito entre Monómeros –dedicada a la fabricación de abonos y productos químicos– y la firma Lionstreet, de Panamá.
Además de un informe de gastos operacionales y compras, se les pidió a sus directivas que entregaran una relación de sueldos, salarios y todo tipo de erogaciones a gerentes y miembros de junta.
Varios políticos y el sindicato venían advirtiendo sobre irregularidades, que el gerente de Monómeros, Guillermo Rodríguez Lamprea, le negó a EL TIEMPO.
Al respecto, la Supersociedades explicó: «La decisión adoptada se tomó teniendo en cuenta el seguimiento que se realiza a la sociedad de manera permanente, dada su condición de vigilada actualmente y tras identificarse situaciones susceptibles de mejora, en sus proceso económicos, jurídicos y administrativos, los cuales, en caso de quedar en firme la decisión, serán responsabilidad de la Sociedad, bajo el seguimiento que realice la Superintendencia».
Y agregó: «Esta es una atribución de carácter administrativo que se limita, entre otras, a la facultad de promover la presentación de planes y programas de mejoramiento para subsanar situaciones críticas, que deben preparar y aprobar los órganos de administración y dirección de la misma sociedad, respectivamente».
4 de cada 10 alimentos provienen de fertilizantes que provee Monómeros
Pero más allá de cifras y pulsos políticos internos, EL TIEMPO estableció que la amenaza de Maduro de llevarse a Monómeros –de la que Ecopetrol alcanzó a tener un 50 por ciento– activó las alarmas en varios sectores en donde consideran a esa empresa como de valor estratégico para la seguridad alimentaria del país.
Según un documento reservado que circula en el alto Gobierno, 4 de cada 10 kilos de alimentos que se consumen en Colombia dependen de fertilizantes que Monómeros provee.
Las marcas Nutrimon y Ecofértil son insumos clave de pequeños y medianos productores de tres sectores: de papa en Boyacá, de café en el Quindío y de melón en el sur del Atlántico.
“Monómeros tiene 53 años de trazabilidad y experiencia. Es medular en el proceso de producción de alimentos y en la cadena agroindustrial de Colombia, donde abastece más del 37 por ciento del mercado total de fertilizantes”, se advierten en el documento.
Sin embargo, las directivas de Monómeros tienen 10 días para oponerse a la medida.
En el entretanto, se da por descontada la reacción de Maduro en torno a la decisión administrativa del gobierno colombiano que puede seguir escalando, dependiendo de los hallazgos de la Superintendencia de Sociedades.
Fuente: El Tiempo