Más de la mitad de los fondos comprometidos por el Fondo Monetario Internacional (FMI) para contrarrestar la crisis derivada de la pandemia se concentran en América Latina, donde sólo Brasil y Uruguay no han solicitado respaldo al organismo.
«Quiero felicitar a Latinoamérica por tomar medidas fiscales para contrarrestar la pandemia desde un primer momento, también usando diferentes instrumentos del Fondo como líneas de crédito o financiación de emergencia», indicó Kristalina Georgieva, la directora gerente del FMI, en un encuentro virtual con un reducido grupo de periodistas, entre ellos Efe.
En total, el organismo ha comprometido en la región más de 127.000 millones de dólares, del total de cerca de 250.000 comprometidos a nivel global.
Entre ellos se destacan la líneas de crédito abiertas con Chile, de 23.000 millones de dólares, y Perú, 11.000 millones; más la renovación del existente con México de 61.000 millones, así como el apoyo explícito a todos los países de Centroamérica, excepto Belice.
Incluso Costa Rica y Panamá, dos de las economías regionales más prósperas, han llamado a las puertas del FMI,
En Latinoamérica, sólo Brasil y Uruguay no han recurrido al Fondo para amortiguar el golpe económico de la pandemia, además de Argentina, actualmente inmersa en negociaciones para un nuevo programa de rescate, y Venezuela que mantiene una tirante relación con el organismo.
Preguntada respecto a la posibilidad de una nueva crisis de deuda en la región, Georgieva se mostró cauta.
«La deuda ha ayudado, pese al terrible impacto de la pandemia, para mitigar la crisis por ahora, aunque ha tenido como consecuencia la subida de los niveles de deuda en Latinoamérica», explicó.
Precisó que en la región la deuda ha crecido en diez puntos porcentuales, hasta el 79 % del PIB, en apenas un año.
Para la directora del Fondo, sin embargo, el mayor peligro es el bajo crecimiento de la región, por lo que pidió reformas para reimpulsar la economía y no quedarse atrás a nivel global.
«Pronosticamos recuperaciones y crecimientos positivos en Latinoamérica, vemos que las previsiones del 4% ayudarán a las obligaciones de duda y estabilizar la situación en ese aspecto, pero también es cierto que el crecimiento comparado el 5,5% global es menor», advirtió Georgieva.