El gobernador de Minnesota declaró el estado de emergencia en la ciudad de Mináapolis después de que estallaran violentas protestas la noche del miércoles tras la muerte de un ciudadano negro sospechoso de homicidio que según la policía se disparó a sí mismo.
La ciudad ha sido el centro de las protestas tras la muerte de George Floyd, un hombre afroamericano de 46 años, que murió en mayo después de que un policía le aprisionara el cuello bajo su rodilla durante casi nueve minutos.
La muerte de Floyd y la violencia contra otros negros han dado lugar a protestas antirracistas más amplias y a manifestaciones contra la brutalidad policial en ciudades de todo Estados Unidos.
El alcalde de Mineápolis, Jacob Frey, impuso un toque de queda después de lo que describió como saqueo masivo de negocios, destrucción de propiedades y disturbios. Las autoridades también dijeron que se había difundido información errónea en relación con la muerte del sospechoso.
Un vídeo publicado en redes sociales que no pudo ser verificado inmediatamente por Reuters, mostraba disparos y saqueos de tiendas.
La policía de Mineápolis publicó un vídeo de una cámara de vigilancia del tiroteo en Twitter, diciendo que la víctima, sospechosa de homicidio, se suicidó y que la policía no disparó ningún arma.
El vídeo muestra a un hombre negro disparándose a sí mismo a la entrada de un edificio mientras un grupo de personas cercanas huyen y la policía se acerca a la escena.
El gobernador de Minnesota, Tim Walz, declaró el estado de emergencia en Mineápolis y dijo que la Guardia Nacional se desplegaría en la zona.
“No se tolerará un comportamiento peligroso e ilegal. La Guardia Nacional de Minnesota y la Patrulla Estatal se dirigen a Mineápolis para ayudar a restaurar el orden”, dijo Walz en un comunicado.
El pasado domingo, el tiroteo policial por la espalda de un hombre negro, Jacob Blake, en Kenosha, Wisconsin, provocó tres noches de disturbios en la localidad, incluyendo incendios provocados, vandalismo generalizado y un tiroteo en el que murieron dos personas.
Reuters