Manifestaciones organizadas por el izquierdista Francia Insumisa, ecologistas y varias asociaciones tuvieron lugar este sábado 21 de septiembre en París para protestar contra el Gobierno Macron-Barnier, en una jornada en la que se conoció, finalmente, la composición de un nuevo gobierno. Estaban previstas unas sesenta concentraciones en toda Francia. En medio de las manifestaciones, el Gobierno anunció la lista de nuevos ministros: un Ejecutivo mira a la derecha y da la espalda a los resultados de las elecciones legislativas.
Miles de personas se concentraron el sábado 21 de septiembre en París para protestar contra el Gobierno Macron-Barnier, tras la convocatoria del partido de izquierda radical Francia Insumisa (LFI), ecologistas y asociaciones feministas, estudiantiles y ecologistas.
Según la página web de LFI, estaban previstas unas sesenta concentraciones en Francia, en un momento en el que Michel Barnier, nombrado primer ministro por Emmanuel Macron, ha confirmado la composición de un gobierno de derecha, más de dos meses después de unas elecciones legislativas ganadas sin mayoría absoluta por la coalición de izquierda.
Pero las convocatorias tuvieron escasa participación en las regiones: según la prefectura de Policía, hubo 2.200 manifestantes en Marsella (frente a los 3.500 de la anterior jornada de protesta, el 7 de septiembre), 400 en Burdeos, unos 200 en Angulema y Nantes, y un centenar en Estrasburgo… En París, las cifras aún no estaban disponibles.
François Vermorel, militante de Los Verdes, acudió a la capital para denunciar un «golpe de Estado» democrático del presidente Emmanuel Macron, que merece una respuesta en las calles, dijo. Temía la llegada de Bruno Retailleau al Ministerio del Interior, al que acusa de «racismo» y «homofobia». «Eso no es lo que la gente votó en junio», afirma.
Y, efectivamente, una de las piezas clave del nuevo Ejecutivo que simboliza ese giro ideológico a la derecha es el ministro del Interior, Bruno Retailleau, hasta ahora jefe del grupo en el Senado de Los Republicanos (LR, el partido de Barnier), conocido por sus posiciones particularmente duras en el terreno de la inmigración.
Además de LFI, cuya dirigente Mathilde Panot marchó en la capital, las organizaciones impulsoras de la convocatoria fueron sindicatos de estudiantes (Union étudiante y Union syndicale et lycéenne), ONG ecologistas (Greenpeace) y feministas (Planning familial, Collectif droits des femmes, Nous toutes) y la asociación altermundialista Attac.
La gran mayoría de las banderas visibles en la procesión eran de partidos políticos.
En París se esperaban entre 20.000 y 40.000 personas el sábado, según una fuente policial, mientras que la manifestación del 7 de septiembre reunió entre 26.000, según el ministerio del Interior, y 160.000 manifestantes, según LFI. AFP