Mike Pence pide a Europa su retiro del acuerdo nuclear con Irán

vicepresidente de los EEUU

El vicepresidente de EEUU, Mike Pence, ha acusado este jueves a los principales países europeos de intentar «quebrar las sanciones» de Washington contra Teherán, abriendo un nuevo capítulo de tensión en las relaciones entre uno y otro lado del Atlántico.

La conferencia sobre Oriente Próximo de Varsovia se ha celebrado en medio de las crecientes tensiones entre EEUU, Rusia y China y entre lo que algunos observadores califican de desmoronamiento del orden liberal internacional. Diversas potencias europeas que se oponen a la decisión de la administración Trump de retirarse del acuerdo nuclear con Irán se mostraron abiertamente escépticas ante una conferencia que excluyó a Teherán. Francia y Alemania se negaron a enviar a sus principales diplomáticos, mientras que el representante británico se retiró antes de tiempo. Turquía, Líbano, Rusia y Palestina, además de China, estuvieron ausentes.

Pence ha dicho en esta conferencia en Varsovia -a la que asistieron 60 países, incluidos Israel y seis estados árabes del Golfo, pero no los palestinos ni tampoco Irán- que «lamentablemente, algunos de nuestros principales socios europeos no han sido tan cooperativos». «De hecho, han liderado el esfuerzo de crear mecanismos para romper nuestras sanciones», ha destacado sin ahorrar tono crítico.

Europa, acostumbrada a un papel secundario en Oriente Próximo, ha visto cómo el foco de la presión norteamericana cambiaba de Siria a Irán. Mientras Pence fruncía el ceño en Varsovia, los ‘padrinos’ que controlan ahora desde fuera el conflicto sirio -Rusia, Irán y Turquía- celebraban en la ciudad rusa de Sochi otra cumbre para ver cómo gestionar la fase final de un conflicto en el que parece que van a poder despejar a la vez a norteamericanos y a yihadistas de la ecuación.

La retirada de las tropas estadounidenses de Siria anunciada por el presidente Donald Trump sería considerada como «un paso positivo» por Rusia, Turquía e Irán. Pero Moscú no se fía de que eso vaya a suceder ya, ha dicho este jueves el presidente ruso, Vladimir Putin, quien ha apuntado que en todo caso el repliegue ayudaría a «estabilizar la situación». El problema es que «Trump no siempre es capaz de cumplir con sus decisiones debido a la situación interna en EEUU», ha señalado el líder ruso en la rueda de prensa al término de la cumbre que Putin, Recep Tayyip Erdogan y Hasan Rohani, celebraron en un balneario ruso a orillas del mar Negro.

Es la cuarta reunión al más alto nivel de los Estados impulsores del alto el fuego decretado en diciembre de 2016 en Siria, conocido como proceso de Astaná. Antes de la reunión a tres bandas, en un encuentro bilateral, los presidentes ruso y turco han discutido sobre la situación en la zona de distensión en la provincia siria de Idlib, el último bastión que el ejército sirio no ha conquistado. Putin y Erdogan apoyan a bandos enfrentados y Moscú no quiere dar más tiempo a los yihadistas en este enclave. Rusia y Turquía habían acordado en septiembre pasado -aunque sin éxito- el establecimiento de una zona de seguridad y la creación en torno a ella de un área desmilitarizada.

En cuanto a los bandos en liza, Moscú puja por un diálogo entre Damasco y los kurdos de Siria para que el régimen del presidente Bashar Asad tome el control del territorio una vez que Estados Unidos lo abandone. Pero Ankara está negociando con Washington crear una franja de seguridad de más de 30 kilómetros de ancho a lo largo de la frontera turco-siria. El plan es expulsar de ese lugar a las milicias kurdas, que son aliadas de EEUU en la lucha contra el grupo yihadista Estado Islámico. Ankara tacha de terroristas a las milicias kurdas por sus vínculos con el Partido de los Trabajadores de Kurdistán (el PKK), una especie de ‘guerrilla kurda’ en Turquía. Por eso quisiera acabar con la administración autónoma que las milicias kurdas han establecido en el norte de Siria, pues teme un foco de contagio soberanista y agitación.

El presidente Iraní ha recordado hoy que los kurdos, que llevan viviendo desde hace muchos años en este territorio y son parte «inalienable del pueblo sirio», según declaraciones recogidas por Efe. Por eso, todas estas inquietudes han de ser resueltas a través de la cooperación de Ankara con Damasco. «La necesidad de garantizar la seguridad de Turquía es algo que entendemos», ha dicho Putin en la rueda de prensa para intentar tranquilizar a su socio turco. Por su parte, Rohani también ha dicho que la presencia en Siria de las fuerzas estadounidenses (que según ha recordado se encuentran en el país sin permiso de Damasco) debe llegar a su fin «lo antes posible».

Rohaní ha aprovechado los micrófonos para tachar de «vacía y sin resultados» la conferencia de Seguridad sobre Oriente Medio en la que ha hablado Pence casi a la misma hora. Teherán sabe que, al fin y al cabo, la mitad del comercio de Irán con la UE es con Alemania, Francia, Reino Unido e Italia, países con los que Washington está teniendo problemas a la hora de liderar un aumento de presión. Pero EEUU es partidario de reforzar «aún más» las sanciones a Irán mientras Teherán no cambie «su comportamiento peligroso», ha dicho el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, también presente en Varsovia pero que, por cierto, no tuvo a su lado a la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini. Hace semanas que Mogherini se desmarcó de la conferencia, que oficialmente buscaba promover un futuro de paz y seguridad en la región y está organizada conjuntamente por EEUU y por Polonia, siempre partidaria de una mayor colaboración entre Bruselas y Washington, reseña El Mundo