Miles de migrantes hondureños pusieron fin este sábado en Guatemala a sus aspiraciones de alcanzar el territorio de Estados Unidos, luego que el gobierno local amenazara con expulsarlos por temor a una propagación del coronavirus.
Más de 2.000 integrantes del grupo solicitaron a las autoridades locales el retorno a su país, según datos de la policía enviados a periodistas por la presidencia de Guatemala. Los migrantes eran trasladados en camiones del ejército, observó la AFP.
Según la policía, esas personas son entregadas a las autoridades hondureñas en la frontera del Corinto, unos 315 kilómetros al noreste de la capital guatemalteca.
A pesar de que la mayoría optó por volver a su nación, aún hay grupos pequeños y dispersos que se niegan a abandonar su objetivo de llegar a Estados Unidos, relataron hondureños a la AFP.
El pasado jueves alrededor de 3.000 hondureños rompieron un cerco militar en la frontera e ingresaron a territorio guatemalteco con el anhelo de llegar a Estados Unidos, huyendo de la pobreza y violencia que azota su país.
En Guatemala, la caravana se disolvió y sus integrantes tomaron distintas rutas. El grueso del grupo tomó rumbo a Petén (norte) y el otro, al suroeste para alcanzar distintos pasos en la frontera con México.
Guatemala y México comparten casi 1.000 kilómetros de frontera.
Sin embargo, la mayor parte del grupo vio truncadas sus aspiraciones al encontrarse con un retén de policías y militares en el departamento de Petén, tras recorrer cientos de kilómetros.
Los controles de seguridad fueron instalados en dos tramos carreteros en ese departamento luego de que el presidente guatemalteco, Alejandro Giammattei, decretara estado de prevención por el paso de la caravana.
Además, México desplegó militares y agentes migratorios a lo largo de su frontera para impedir el paso de la caravana.
La medida de excepción en Guatemala fue instaurada por 15 días en seis departamentos (provincias) porque los migrantes ingresaron en estampida sin realizarse pruebas para determinar si están contagiados de covid-19.
Ante ello, Giammattei ordenó la detención y retorno a Honduras de todos los migrantes que habían violado los protocolos de salud al ingresar ilegalmente a territorio guatemalteco.