Recientemente se publicó Becoming , el esperado libro autobiográfico de Michelle Obama en el cual, la ex primera dama de los Estados Unidos revela detalles de su vida íntima. Por ejemplo, como fue ella la mentora de un joven becario de nombre Barack en un prestigioso despacho de abogados en Chicago.
En el libro que ha llegado a las librerías el pasado martes, Michelle relata cómo conoció a su actual marido cuando tenía 25 años de edad y trabajaba en el prestigioso bufete Sidley & Austin, en Chicago donde era una prometedora abogada.
Obama recuerda como ella era una asociada junior de la firma cuando le anunciaron que llegaría un socio becario en el verano. Todos estaban entusiasmados con la llegada del joven Barack, recuerda, mientras a ella le era un poco indiferente.
«Un socio senior del bufete de abogados en el que yo trabajaba en Chicago me pidió que fuera la mentora de un estudiante que venía hacer las prácticas de verano, y la respuesta fue fácil: por supuesto que lo haría. En el memorándum para confirmar el encargo vi que junto a mi nombre aparecía otro, el de un prometedor estudiante de Derecho que estaba ocupado escalando su propia escalera. Como yo, era negro y de Harvard. Aparte de eso, no sabía nada, solo que tenía un nombre raro», relata la ex primera dama en su autobiografía.
“Barack Obama llegó tarde el primer día.” cuenta Michelle en uno de los capítulos confesando lo mucho que le molestaba que la gente llegue tarde pues lo consideraba un “acto de pura y simple arrogancia.”
“Pasaron otros diez minutos antes de que anunciara su llegada en la recepción de nuestra planta, donde lo encontré sentado en un sillón cuando salí a buscarlo: allí estaba Barack Obama, vestido con un traje oscuro y todavía algo húmedo por la lluvia. Me sonrió compungido y se disculpó por el retraso mientras me daba la mano.»
En ese primer encuentro ninguno de los dos sabía aún que tiempo después se besarían afuera de una heladería en Chicago, se casarían y que serían los huéspedes de la Casa Blanca durante 8 años.
En este buffete, la joven Michelle se encargó de guiar y hacer que el joven Barack se sintiera cómodo en la firma, tal y como lo señalaban las tareas de una mentora con un becario sin imaginar que un día ella dejaría la abogacía por descubrir que no era lo que realmente le satisfacía y que él comenzaría una carrera política que lo llevaría a la sala oval en el año 2008., reseña Quién