«Hace tres meses, ingresé a la carrera para derrotar a Donald Trump. Hoy me voy por la misma razón. Derrotar a Trump comienza uniéndose detrás del candidato con la mejor oportunidad para hacerlo. Está claro que es mi amigo y un gran estadounidense, Joe Biden».
Con esas palabras el multimillonario estadounidense Michael Bloomberg anunció su retiro de la contienda demócrata para escoger a su candidato para las elecciones presidenciales de noviembre en EE UU, donde enfrentarán a Donald Trump, actual presidente de EE UU.
El exalcalde de Nueva York, novena persona más rica del mundo en 2019 según Forbes, gastó cientos de millones de dólares de su fortuna personal en la contienda, pero no pudo ganar ninguno de los 14 estados en juego en el supermartes.
El regreso de Joe
Dado políticamente muerto hace tan solo dos semanas, Joe Biden tuvo este martes, como el ave fénix, un espectacular resurgimiento en la campaña por la nominación demócrata. El ex vicepresidente de Barack Obama ha logrado también el respaldo de los excandidatos Amy Klobuchar y Pete Buttigieg.
«Hace apenas unos días, los medios y comentaristas habían declarado la muerte de esta candidatura», lanzó el martes Biden en California.
«Bueno, estoy aquí para decirlo: estamos vivos y coleando», agregó en medio de la algarabía de sus seguidores.
Y se mofó de quienes lo dieron por muerto en un video colgado en Twitter con el hashtag #Joemomentum (un juego de palabras con su primer nombre e «impulso» en inglés) en el que dice que «no estoy muerto y no voy a morir».
Ganador en más estados que su rival Bernie Sanders, el exvicepresidente de Barack Obama avanzaba en el supermartes y confirmaba su popularidad entre los electores negros, claves para que un demócrata llegue a la Casa Blanca.