“México tiene las mejores perspectivas de América Latina”

Luis Videgaray en su Despacho

El secretario de Hacienda mexicano admite que la financiación disponible para los países emergentes se va a reducir

El secretario de Hacienda, Luis Videgaray (Distrito Federal, 1968), figura entre los políticos más poderosos de México. Considerado un hombre muy cercano al presidente, Enrique Peña Nieto, en su trayectoria destaca haber sido uno de los arquitectos de las reformas que dieron brillo al arranque del mandato. Ahora, a mitad de navegación, ha tenido que enfrentarse al efecto combinado de la crisis del petróleo y el enfriamiento global. Un escenario en el que México, a diferencia del conjunto de América Latina, mantiene su crecimiento.

Pregunta. Hace un año en México había impaciencia por los resultados de las reformas, ahora hay quien piensa que cunde el escepticismo. ¿Lo cree así?

Respuesta. La impaciencia siempre implica escepticismo. Es natural. Pero el proceso de reformas, a diferencia de hace un año, ya muestra resultados concretos. México tiene la inflación más baja de su historia y, gracias a ello, ha repuntado el consumo. El precio de la electricidad ha descendido, la oferta del crédito ha aumentado, y se ha reducido el coste de la telefonía e internet. Aunque aún estemos lejos de los efectos plenos, ya hay signos alentadores para la población.

P. Pero con la crisis del petróleo parece que se aleja el objetivo gubernamental de alcanzar un crecimiento del 5% del PIB.

«En 2012, el 40% de los ingresos federales eran petroleros, este año bajaron al 18%»

R. Lo notable es que pese a ese contexto internacional adverso, México no sólo está creciendo [la previsión del Banco de México es un aumento medio del 2,1% este año], sino que atrae inversión y tiene las mejores perspectivas de América Latina. El entorno externo no depende de nosotros, pero sí cómo respondemos a ese desafío. Y eso tiene que ver con la agenda de reformas.

P. ¿A qué riesgo externo teme más: la caída del petróleo, la subida de tipos en Estados Unidos o a tener un contagio del enfriamiento global?

R. A los tres. El reto radica en cómo enfrentarse a la combinación de esos factores. Para los países emergentes, la disponibilidad de financiación se va a reducir y por ello tenemos que actuar en el marco macroeconómico. En ese sentido, hemos aplicado una política monetaria prudente y hemos reducido nuestra necesidad de financiación externa mediante un recorte del gasto público.

P. ¿Y no hay una excesiva dependencia de los ingresos petroleros?

R. La verdadera dependencia radica en las arcas públicas. En 2012, el 40% de los ingresos del Gobierno federal era petroleros. En este primer semestre del año, la dependencia se redujo al 18%, en parte por la caída del precio del barril y en parte por el aumento de los ingresos no petroleros. Por eso hemos podido reaccionar a la crisis.

P. La solidez de México nadie la discute, ¿pero no cree que hay un problema de confianza?

«Ha habido enojo y frustración con la fuga del Chapo y el caso de Ayotzinapa»

R. La confianza no se construye con discursos ni con anuncios espectaculares. Es un proceso que se gana poco a poco y con consistencia. No hay un sustituto narrativo para los resultados en materia económica, sobre todo para aquellos que se notan en el bolsillo de las familias. Otro tanto ocurre con el mercado de capitales. Su confianza depende de la credibilidad de las decisiones macroeconómicas.

P. ¿Y hasta qué punto han afectado a la economía casos como Ayotzinapa, la fuga de El Chapo o la Casa Blanca [la lujosa vivienda adquirida por la esposa del presidente a un importante contratista del Gobierno]?

R. Un buen ánimo social conduce a un mejor entorno económico. No son esferas separadas. En México ha habido desánimo, frustración y enojo ante esos casos. Pero la mejor respuesta desde la política económica es insistir en aquello que genera resultados perceptibles para la gente. La confianza se gana con hechos.

P. Su adquisición de una casa en Malinalco a un contratista del Gobierno le ha erosionado políticamente. ¿Volvería a comprarla?

R. No lo sé. El hubiera no existe. La casa es mía y de mi familia, y seguirá siendo mía.

P. ¿Y hasta qué punto cree que este caso le ha afectado a su futuro político?

«Más allá de las coyunturas, el país va en la dirección correcta»

R. Ha sido un episodio complejo en lo personal, que ha afectado sobre todo a mi familia. Sobre el futuro político, eso lo dejo a los analistas y comentaristas.

P. La clase media está molesta con la reforma fiscal y sus impuestos.

R. La reforma hacendaria buscaba una mayor progresividad y aumentó la carga tributaria de algunas personas físicas. Por ejemplo, estableció un tope a las deducciones personales en el impuesto sobre la renta, pero es que el 90% de esas deducciones lo efectuaba el 10% de la población con mayores ingresos. El escenario contrario suponía gravar a los que menos tienen, y eso hubiera sido regresivo.

P. Y respecto a la economía informal, ¿han avanzado en su lucha?

R. Hemos revertido la tendencia. En los 12 años anteriores a nuestra llegada, la informalidad no dejó de crecer hasta alcanzar el 60%. Con la nueva Administración, se generaron instrumentos para darle más atractivo al régimen formal, y se han incorporado 12 millones de contribuyentes.

P. Una encuesta oficial indica que el número de pobres ha aumentado de 53 millones a 55 millones en dos años. ¿Qué ha fallado?

«Para los países emergentes, se va a reducir la financiación»

R. Esa medición se hizo en agosto del año pasado en la cresta del aumento inflacionario por la reforma tributaria. Si volviéramos a medir ahora, con la caída de la inflación, tendríamos una cifra diferente. De todos modos, dentro de esa encuesta, hay datos alentadores: la pobreza extrema ha disminuido y ha mejorado el acceso a la seguridad social.

P. ¿Qué espera del Acuerdo de Asociación del Pacífico (TPP)?

R. Es una oportunidad doble. Nos permite entrar en economías con las que no teníamos las puertas abiertas. Y además actualiza el Tratado de Libre Comercio de América del Norte.

P. ¿Cómo enjuicia la impunidad, la falta de un poder judicial efectivo que sufre México?

R. La construcción de instituciones democráticas es esencial para el desarrollo de una nación. México ha avanzado de manera notable en los últimos 30 años. Ahora tenemos un mejor poder judicial, institutos electorales fiables, leyes de transparencia y acceso a la información, y se han aprobado medidas antico-rrupción que van a tener efectos muy importantes en las próximas décadas. Ese proceso mejora las perspectivas económicas y a la inversa. Más allá de las coyunturas, México va en la dirección correcta.

 

LUIS PRADOS / JAN MARTÍNEZ AHRENS/El País