La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, se opuso este jueves al uso de militares para realizar las deportaciones masivas desde Estados Unidos, tal como anunció esta semana el próximo mandatario estadounidense, Donald Trump, pero remarcó que su Gobierno “está preparado” para recibir a los mexicanos deportados.
“Evidentemente no estamos de acuerdo en que se trate a los migrantes como criminales, para eso existen las instituciones de justicia en cualquier lugar del mundo”, respondió la mandataria a preguntas de la prensa en su conferencia matutina.
La mandataria mexicana insistió en que su Administración “tiene un plan” ante las medidas anunciadas por Trump, quien confirmó que planea “declarar una emergencia nacional y usar activos militares” para realizar deportaciones masivas.
“En caso de que hubiera deportaciones, vamos a recibir a las y los mexicanos, y tenemos un plan para ello, pero vamos a trabajar previo a ello en demostrar que no tienen por qué deportarse a nuestros connacionales que están en el otro lado de la frontera, que al contrario, benefician incluso a la economía de EE.UU.”, argumentó.
En México causa gran preocupación las deportaciones masivas desde Estados Unidos porque los mexicanos son cerca de la mitad de los 11 millones de indocumentados y sus remesas representan casi el 4 % del producto interior bruto (PIB) de México, que este año tendría un récord estimado de 65.000 millones de dólares.
La presidenta negó acusaciones de la oposición y organizaciones civiles que han advertido de una presunta falta de estrategia del Gobierno de México tras la victoria de Trump, quien ganó las elecciones del 5 de noviembre tras una campaña en la que priorizó el control de la frontera y las deportaciones masivas.
Concretó que habrá una reunión con el gabinete, sobre temas que abordará con la Administración del presidente Trump, desde”comercio, migración, seguridad, hasta cuestiones culturales, de amistad”. EFE