Médicos militares chinos y aislamiento extremo en el epicentro del virus, que ya llegó a Europa

El ejército chino envió a sus médicos el sábado al corazón de la epidemia del virus, donde 56 millones de personas están aisladas para evitar su propagación, pero el balance de infectados sigue creciendo y se han registrado los primeros tres casos en Europa.

El nuevo coronavirus ya contagió en China a casi 1.300 personas, 41 de las cuales murieron, según el último balance el sábado. El país entró en el Año de la Rata bajo la sombra de este patógeno, descubierto en diciembre en la ciudad de Wuhan, que fue puesta en cuarentena.

Fuera de China se han registrado casos en otros países de Asia, como Japón y Tailandia, los más afectados. También hay dos contagios confirmados en Estados Unidos y el viernes aparecieron los primeros casos en Europa, en Francia. Las autoridades francesas confirmaron el virus, explicaron que los tres infectados están siendo tratados, permanecen aislados y al menos dos de ellos habían viajado a China.

En las calles Wuhan, una metrópolis de 11 millones de habitantes, esta vez no hubo petardos ni dragones para festejar el Año Nuevo lunar. Convertida prácticamente en una ciudad fantasma, las pocas personas que salieron a las calles llevaban una máscara de protección obligatoria, pudieron comprobar los periodistas de la AFP.

En los límites de la zona prohibida, a unos 20 km al este del centro de la urbe, los vehículos intentaban cruzar un peaje de autopista, pero tenían que hacer media vuelta.

«Nadie puede salir», repetía un policía a la AFP. Desde el jueves, tampoco pueden partir de la ciudad trenes ni aviones.

Además de Wuhan, casi toda la provincia de Hubei está aislada del mundo, con unos 56 millones de personas confinadas, equivalente a la población de Sudáfrica.

En una farmacia del centro, los empleados, vestidos con un overol y con guantes quirúrgicos, atendían a los clientes.

En uno de los pocos supermercados abiertos, unos trabajadores reponían máscaras de protección y desinfectantes.

«La gente intenta protegerse», explicaba un cliente, que se dice confiado en detener la epidemia. «El gobierno se ha hecho cargo del asunto. No hay problema», confiaba.

– 237 casos críticos –

El ejército envió a la zona prohibida 450 médicos y personal sanitario especializado.

Algunos de ellos tienen experiencia en la lucha contra el virus del Ébola y el SRAS (Síndrome Respiratorio Agudo Severo), que mató a 650 personas en China y Hong Kong entre 2002 y 2003.

Los médicos militares trabajarán en distintos hospitales de la ciudad donde están ingresados numerosos pacientes con neumonía viral, precisó la agencia Xinhua.

Los hospitales están saturados. Un nuevo centro médico para un millar de pacientes estaba siendo construido in extremis en la zona. Según los medios públicos, el hospital estará operativo en 10 días, el 3 de febrero.

Todas las víctimas mortales, salvo dos, fueron registradas en Wuhan o en la provincia de Hubei.

El sábado, las autoridades anunciaron medidas en todo el país para detectar el virus.

Se van a instalar puntos de inspección y todos los viajeros que presenten síntomas de neumonía serán «inmediatamente trasladados» a un centro médico, anunció un comunicado de la Comisión Nacional de Salud.

El balance se agrava día a día. De los 26 muertos registrados el viernes, se pasó a 41 el sábado. El número de contaminados pasó de 830 a 1.287.

De estos, 237 casos se consideran «críticos», según las autoridades sanitarias.

Hasta ahora, la mayoría de enfermos que han fallecido eran o personas mayores de 65 años o que ya tenían alguna enfermedad.

– Trump felicita a Pekín –

En otras zonas de China, muchas celebraciones para al Año Nuevo fueron suspendidas, sobre todo en Pekín. La capital parecía desierta y los restaurantes estaban prácticamente vacíos.

Muchos lugares turísticos, muy frecuentados, como la Ciudad Prohibida, o partes de la Gran Muralla, fueron cerrados para reducir el riesgo de contagio.

A nivel internacional, el coronavirus ya fue detectado en varios países de Asia, como Japón, Tailandia, Corea del Sur, Singapur o Vietnam. También en Estados Unidos, donde se confirmaron dos casos.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, felicitó a Pekín por las medidas que puso en marcha para frenar la propagación del virus.

«China trabaja muy duro para contener el coronavirus. Estados Unidos aprecia enormemente (sus) esfuerzos y transparencia», tuiteó, diciendo que todo «iba a ir bien».

«En nombre del pueblo estadounidense, quiero agradecer especialmente al presidente Xi» Jinping, agregó. AFP