Era 24 de diciembre y todo apuntaba a que iba a ser una de las navidades más especiales para la familia Peterson. Laci estaba a punto de tener a su primer hijo junto a su esposo, Scott. Es decir que ambos estaban a tan solo un mes de dar el primer paso a nueva etapa en sus vidas.
Por TN
Sin embargo, todos esos sueños se derrumbarían horas más tarde con la desaparición de la mujer embarazada, que tenía 27 años. La Policía la buscó en cada rincón de la ciudad de Modesto, en California, pero a pesar de que su foto aparecía en todos los canales de televisión, nadie la había visto.
Cuatro meses después, el cuerpo de Laci Peterson y el de su bebé fueron encontrados en la Bahía de San Francisco y todas las sospechas apuntaban a su pareja. Es que, durante la investigación, se descubrió que no solo tenía una amante, sino que estaba esperando otro hijo.
Una Nochebuena trágica y una vida paralela
Laci Denise Rocha nació el 4 de mayo de 1975 y creció junto a sus padres y hermano mayor en una granja de Escalon, California. A pesar de que sus padres se separaron, tuvo una adolescencia bastante normal.
A mediados de 1994, la joven conoció a un chico llamado Scott Peterson en un restaurante al que iba con frecuencia para visitar a un amigo que trabajaba ahí. Ambos intercambiaron números y empezaron a salir. Al poco tiempo, ella le dijo a su mamá que estaba segura de que “él sería el hombre con el que se iba a casar”.
Y así lo hicieron tres años más tarde, luego de que Laci se recibiera en la universidad. Mientras ella trabajaba, Scott cursaba el último año de la carrera de negocios en agricultura. Con el tiempo, pudieron ahorrar y se compraron una casa en la ciudad californiana Modesto con planes de iniciar una familia. Dos años más tarde, Laci descubriría que estaba embarazada.
Todo cambió en la tarde del 24 de diciembre de 2002, cuando Scott denunció a la Policía que su esposa había desaparecido. Según su declaración, esa mañana había salido de su casa temprano para ir a pescar en una lancha que había comprado poco tiempo atrás. El destino había sido Berkeley Marina, una localidad a casi 150 kilómetros de donde vivía. Supuestamente, al volver a su casa esa tarde, no encontró a Laci y se desesperó.
Pese a ello, las sospechas sobre el hombre de 30 años comenzaron a surgir cuando, esa misma Nochebuena, le dijo a los familiares de su mujer que no estaba en la casa porque se había ido a jugar al golf. Más tarde, sus vecinos declararían ante los investigadores que lo habían escuchado decir lo mismo.
En enero de 2003, a un mes de la búsqueda de Laci, una masajista de 28 años llamada Amber Frey se acercó a una comisaría para dar su testimonio. Allí, aportó un dato clave para la causa y que marcaría el primer paso al esclarecimiento de los hechos. “Scott me dijo que no estaba casado”, afirmó la mujer en ese entonces.
De acuerdo con su relato, había empezado una relación romántica con Peterson sin saber que estaba casado y que estaba esperando un hijo. Por el contrario, estaba segura de que esa era la vida que estaba construyendo junto a ella, después de haberle dicho que también estaba embarazada.
Una macabra escena
Para abril de 2003, ya habían pasado cuatro meses de que la búsqueda de Laci Peterson no diera resultados. En ese momento, la familia de la joven embarazada ya sospechaba de su marido y se había alejado de él. Luego de que se dio a conocer su infidelidad con la masajista, su relato había perdido credibilidad, aunque, más allá de eso, no había pruebas para inculparlo.
Eso cambió el día 13 de ese mismo mes, cuando dos personas que estaban paseando a su perro en la Bahía de San Francisco se encontraron con una escena aterradora: en la orilla del mar, estaba el cuerpo de un bebé en un estado avanzado de descomposición. Asimismo, un día más tarde, un maratonista vio un torso humano a poco más de un kilómetro de ahí.
La Policía ordenó la autopsia de los cadáveres y, cuatro días después, los resultados confirmaron que eran Laci y su hijo. El forense Brian Peterson dijo que el cuerpo de la mujer no tenía extremidades ni cabeza, y que, posiblemente, esto se haya producido por la exposición a los animales marinos.
Tras la identificación de las víctimas, las autoridades modificaron la carátula de la causa e imputaron a Scott Peterson de homicidio, ya que los restos se encontraron en una zona cercana a la que él declaró que había estado el día de la desaparición. Ese mismo día, los efectivos policiales lo encontraron cerca de la ciudad de San Diego, a más de 10 horas de donde residía, con el pelo decolorado, barba y una gran cantidad de efectivo.
Una vez detenido, el hombre de 30 años se declaró inocente de los dos cargos de asesinato.
El juicio y una posible salida
El caso de Scott Peterson conmocionó a la sociedad estadounidense, al punto de que se produjo “The Perfect Husband: The Laci Peterson Story”, una película sobre el crimen a poco más de cumplir los dos años del hecho.
En junio de 2004, empezó el juicio por el homicidio de Laci Peterson y duró cinco meses. Entre los testigos destacados a los que escuchó el tribunal de Redwood City, se destacó el testimonio de Amber Frey. La masajista insistió en decir que Scott le había dicho que estaba soltero cuando se conocieron y que no tenía idea que estaba esperando un hijo con otra mujer.
El 12 de noviembre, el juez declaró culpable a Scott y recién en marzo del año siguiente, lo sentenciaron a muerte. Por su parte, él continuó afirmando su inocencia.
Posteriormente, el homicida fue trasladado a la Prisión Estatal de San Quentin, donde permaneció durante 16 años. Pero, en diciembre de 2021, apeló su condena y la Corte Suprema de California aceptó escuchar su solicitud. Finalmente, el tribunal dictaminó que no estaba de acuerdo con la pena de muerte y lo sentenciaron a cadena perpetua sin derecho a libertad condicional.
A pesar de los años, el caso de Scott Peterson volvió a dar un giro en marzo de este año cuando se presentó ante un juez de Redwood City para afirmar que tiene nuevas pruebas que comprobarían su inocencia.
El asesino de Laci Peterson reapareció con un nuevo equipo de abogados que pertenecen al Proyecto Inocencia de Los Ángeles, una organización sin fines de lucro que se dedica a colaborar con casos judiciales de este tipo. Según indicaron ante las autoridades, tendrían nuevas evidencias de ADN que podrían ser claves para esclarecer lo que sucedió aquel 24 de diciembre de 2002.
Por ahora, la Justicia se encuentra analizando una de las pruebas que presentó la defensa de Scott, mientras que su futuro tras las rejas aún es incierto.