Un total de 5500 migrantes cruzan México rumbo a Estados Unidos a pesar de que el presidente estadounidense Donald Trump insiste en financiar la construcción de un muro en los más de 3.000 km de frontera común con México.
Los marchantes se movilizan en dos caravanas, una en el sureño estado de Chiapas y otra entre Coahuila y Nuevo León, ambos limítrofes con Estados Unidos.
Sobre el tema, escribió Trump este martes en Twitter: “Una gran cantidad de personas están subiendo desde México con la esperanza de inundar nuestra frontera sur. Hemos enviado refuerzos militares. Construiremos un muro humano si es necesario. Si tuviéramos un verdadero muro, ¡esto no sucedería!”.
El portal de noticias Notimex difundió que unos 1.700 migrantes se ubican en Piedras Negras, Coahuila, ciudad fronteriza con Eagle Pass, Texas, a donde arribaron tras una travesía que empezó el 15 de enero cuando el grupo original de unos 2.200 centroamericanos entró por la frontera sur de México.
Aclaró el representante de la organización de apoyo a migrantes Pueblo Sin Fronteras, Rodrigo Abeja,
que la merma en el grupo que arribó a Piedras Negras se debe a que unos 500 reconsideraron tramitar la visa humanitaria que ofrece el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, mientras que otros tantos se desviaron a urbes como Monterrey.
Otro grupo mayor, de unas 3.800 personas se aprestan a agruparse este miércoles en la ciudad de Mapastepec, Chiapas, a unos 130 km de la frontera sur con Guatemala, e iniciar un largo trayecto de unos 1.000 km hasta la capital de México, según los organizadores.
El grueso de dicha caravana, que ingresó también el 15 de enero, lo conforman hondureños, junto a unos 500 guatemaltecos, 300 salvadoreños y 50 nicaragüenses.
Entre los caminantes se encuentra Ballesteros, un soldador industrial, que expresó que las “personas que tienen visa están abrigando a los que no tienen visa (…) Todos juntos vamos, un solo grupo”.
Una vez en la capital mexicana, los migrantes decidirán si siguen con rumbo noreste, a Nuevo León o Coahuila, o hacia el extremo occidental de la frontera, donde se ubica Tijuana, en el estado de Baja California.
La ruta a Tijuana es 1.500 km más larga pero más segura que las del oriente del país que, aunque son más cortas y directas, son muy riesgosas debido a la presencia de cárteles del narcotráfico.
Rechazo de Trump
El éxodo ha sido calificado por Trump como una “invasión y una amenaza contra la seguridad nacional”, y es su argumento recurrente para exigir recursos para construir el muro fronterizo.
Estima un activista de Pueblo Sin Frontera, Irineo Mujica, que cerca de 6.000 migrantes que partieron en las caravanas de octubre, en su mayoría familias con niños, llegaron a hacinarse por más de dos semanas entre noviembre y diciembre en improvisados albergues en Tijuana. De ellos, hoy solo queda una décima parte.
Varios miles de centroamericanos se lanzaron desde octubre del año pasado en sendas caravanas, que venciendo hambre, sed, agotamiento e insalubridad, marcharon hacia Estados Unidos para huir de la pobreza y la violencia que golpea a sus países.
Con información de AFP