Más de 10 mil venezolanos corren el riesgo de ser deportados de Estados Unidos por haber realizado mal los trámites de solicitud de asilo político, informó el periódico estadounidense en español El Nuevo Herald.
La situación podría afectar a más de la mitad de las más de 23.000 solicitudes de asilo político introducidas por venezolanos en los últimos dos años, aun cuando las peticiones podrían tomar algunos años más en ser procesadas dado los largos retrasos en estos procedimientos que registran las autoridades migratorias.
La activista Patricia Andrade, quien por años ha advertido a la comunidad venezolana del sur de Florida sobre los riesgos de emprender el difícil camino de asilo político sin asesoramiento legal, opinó que las autoridades de inmigración se encuentran preparando una masiva negación de asilos. “Lamentablemente” tienen justificación legal para hacerlo.
Es una situación que también está siendo monitoreada por las autoridades del sur de Florida, incluyendo al congresista Mario Díaz-Balart, en cuyo distrito residen miles de venezolanos recién llegados.
“La situación en Venezuela es realmente catastrófica y peligrosa, y por lo tanto hay muchas personas que realmente tienen casos meritorio de asilo. Pero a eso hay que añadirle un grupo grande al que se le ha dado mal la información y que está pidiendo asilo pero que en realidad no tienen caso”, manifestó Díaz-Balart en una breve entrevista telefónica con El Nuevo Herald.
“El asilo no se puede pedir porque la situación esté mala en Venezuela. El asilo son circunstancias específicas”, agregó.
Cientos de miles de ciudadanos han optado por salir para huir del régimen autoritario establecido en Venezuela, muchos de ellos después de la instauración del actual gobernante Nicolás Maduro.
Para ampliar la información consulte El Nuevo Herald
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