A pocos días de que Nicolás Maduro renueve su mandato ante el Tribunal Supremo de Justicia, Christian Zerpa desertó a Florida y ofreció aportar pruebas testimoniales. «Estamos en presencia de una autocracia que ha condenado a muerte a aquellos que se han opuesto a su visión», denunció
Un magistrado del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela que se exilió en Estados Unidos para no convalidar la próxima juramentación del presidente Nicolás Maduro ante dicha corte confirmó su disposición para cooperar con las autoridades norteamericanas ante las investigaciones en curso sobre la dictadura chavista.
Christian Zerpa, quien militó en el PSUV, declaró que Maduro «no se merece una segunda oportunidad por cuanto la elección en la que supuestamente salió electo no fue una elección libre, no fue una elección competitiva«, en una entrevista para el canal EVTV en Orlando, Florida.
El juez, quien abandonó el país junto con su esposa y una hija asegurando temer por su vida, indicó que planea aportar su testimonio a las autoridades estadounidenses. Consultado sobre su posible cooperación en las investigaciones, respondió: «Obviamente sí. Estaba consciente de que al venir aquí, esa probablemente iba a ser una solicitud y lo que sepamos, que sabemos algunas cosas, aun cuando no tenemos pruebas, en concreto documentos, tenemos pruebas testificadas, cosas que escuchamos, que vimos o de formas de actuar de algunos dirigentes y obviamente eso lo vamos a decir«, manifestó.
Según Zerpa, «hay personas vinculadas al entorno presidencial que están incursas en hechos de corrupción«, afirmó, sin mencionar nombres.
Además, «buena parte de las decisiones (del TSJ) son instruidas desde (el palacio presidencial) Miraflores. Es un apéndice del Ejecutivo», añadió. «Estamos en presencia de una autocracia que ha condenado a muerte, inclusive a aquellas personas que se han opuesto a su visión particular que tienen sobre el ejercicio del poder«, afirmó Zerpa.
Maduro iniciará el jueves un nuevo mandato de seis años, tras reelegirse el pasado 20 de mayo en votaciones boicoteadas y denunciadas como un fraude por la oposición y desconocidas por Estados Unidos, la Unión Europea y varios países de América Latina.
El Grupo de Lima pidió al gobernante socialista abstenerse de asumir y traspasar el poder al Parlamento -de mayoría opositora- hasta que se realicen «elecciones democráticas». El Legislativo, en tanto, advirtió que lo considerará un «usurpador».
El régimen lo acusó tras su deserción
Zerpa militó en el gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y está entre los venezolanos con sanciones financieras de Canadá. Fue designado por la antigua mayoría parlamentaria oficialista, en diciembre de 2015, pocos días antes de que la oposición asumiera el control de la cámara.
Durante años, Zerpa fue una figura clave del Gobierno de Maduro en el tribunal supremo, que ha apoyado al PSUV en todas las disputas legales desde que el sucesor de Hugo Chávez llegó al poder. En 2016, el magistrado firmó un falló que despojó a la Asamblea Nacional de la mayoría de sus poderes después que el oficialismo perdiera el control de ese cuerpo legislativo.
Tras el sorpresivo viaje a EEUU, el TSJ aseguró en un comunicado que Zerpa había huido de Venezuela para evadir una investigación por presuntos delitos sexuales. Según la institución, el magistrado es investigado por «acoso sexual, actos lascivos y violencia psicológica» contra funcionarias de su despacho.
El presidente del TSJ, Maikel Moreno, sostuvo que ante «reiteradas denuncias» de «conductas indecorosas e inmorales en detrimento de un grupo de mujeres», las autoridades habían iniciado el procedimiento legal para destituir y enjuiciar a Zerpa. El TSJ aseguró que Zerpa era investigado formalmente desde el 23 de noviembre de 2018. La acusación, sin embargo, no se hizo pública hasta los reportes sobre su deserción.
Moreno negó que el caso sea señal de fracturas en la corte. «Lejos de lograr separarnos, nos une», aseveró.
(Con información de AFP y Reuters)