El expresidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva justifica que quiera volver al poder «para recuperar el prestigio de Brasil y que el pueblo pueda comer tres veces al día”, pues el gobierno actual de Jair Bolsonaro «no comprende el alma» de los brasileños. Además le dijo a Maduro que si llega a perder el chavismo en los comicios de este domingo «acepte el resultado».
«Cuando yo dejé la Presidencia en 2010, Brasil estaba en una situación de crecimiento económico y de respetabilidad. Hoy está en quiebra (…) Y el hambre que había acabado en Brasil en 2014 volvió con mucha fuerza. Brasil era un protagonista internacional. Y todo se desmanteló», sintetiza en una entrevista con el periódico español El País.
«En Venezuela -añade- espero que si gana (el presidente Nicolás Maduro) acepte el resultado, y si pierde también», en relación con los comicios regionales y locales de este domingo.
Lula da Silva aseguró ayer en Madrid que quiere volver a ser candidato a presidir su país en las elecciones de 2022, aunque agregó que lo va a decidir entre febrero y marzo «porque hay mucho que decidir».
«Trabajo para ser candidato -confirma en la entrevista-. Pero no depende de una voluntad personal, no depende de mí. Yo tengo que construir con otra gente y con otros partidos un programa para Brasil. Tengo que hacer una alianza, porque lo importante no es solamente ganar las elecciones, es poder gobernar», según explica.
Y matiza: «Si yo vuelvo a la Presidencia, no puedo hacer menos de lo que hice. Por eso tengo miedo. No puedo volver para hacer cualquier cosa, sino para que Brasil pueda recuperarse. No puedo fracasar».
Brasil puede ser mejor, pero no con el Gobierno actual, opina. El presidente Jair Bolsonaro «es mentiroso, no comprende la economía, no entiende los problemas sociales», asegura.
Añade que el populismo y el radicalismo de derechas o fascismo no están en fase descendente, «están cada vez más agresivos y crecen en varios sitios».
Preguntado por su encarcelamiento por corrupción y posterior anulación de condenas, comenta que «nadie puede querer gobernar para vengarse», sino que su obligación es intentar «resolver los problemas del pueblo brasileño».
Y sobre Nicaragua, donde las elecciones presidenciales recientes no han sido reconocidas por la comunidad internacional, Lula da Silva responde:
«No puedo juzgar lo que ha pasado en Nicaragua. Si (el presidente Daniel) Ortega detiene a los líderes de la oposición para que no se presenten en las elecciones, igual que hicieron contra mí, está completamente equivocado».
Y sobre la situación en Cuba, señala: «¿Quién decide la libertad de Cuba sino el pueblo cubano? No se va a resolver el problema de la democracia en Cuba instigando a los opositores a crear problemas para el Gobierno. Se conquistará cuando termine el bloqueo estadounidense». EFE