El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó este domingo que sostendrá una conversación con su homólogo estadounidense, Donald Trump, con el objetivo de «frenar cualquier posibilidad de conflicto armado en torno a Venezuela».
Tras la clausura de la Cumbre de Líderes del G20, celebrada en Johannesburgo, Sudáfrica, Lula expresó su “profunda preocupación” por el despliegue militar estadounidense en el mar Caribe, en un contexto marcado por el aumento de tensiones entre Washington y Caracas.
“América del Sur es una zona de paz”, afirmó el mandatario, destacando que la región «no posee armamento nuclear ni capacidad bélica comparable a la de otras potencias».
El presidente brasileño advirtió que la presencia militar de Estados Unidos en aguas caribeñas introduce un riesgo «innecesario para el continente».
“Me preocupa mucho el aparato militar que Estados Unidos ha desplegado en el Caribe. Estoy muy preocupado y tengo la intención de hablar con el presidente Trump sobre esto”, insistió.
Lula subrayó la responsabilidad que Brasil tiene como potencia regional y como país fronterizo con Venezuela, señalando que cualquier alteración en la estabilidad del país vecino podría tener repercusiones directas.
“No tiene sentido que Sudamérica enfrente una guerra ahora”, afirmó, advirtiendo que un solo incidente podría desencadenar consecuencias imprevisibles. “No queremos repetir los errores cometidos en la guerra entre Rusia y Ucrania”, agregó.
Tensión en el Caribe
El creciente despliegue militar estadounidense incluye buques, aeronaves de combate y fuerzas especiales, movimientos que Washington enmarca dentro de la operación “Lanza del Sur” y de su ofensiva contra el narcotráfico en el hemisferio. La Casa Blanca sostiene que estas acciones buscan «desarticular redes criminales, mientras que Caracas asegura que forman parte de un plan para derrocar al gobierno de Nicolás Maduro».
Ante ese escenario, Maduro ha ordenado repetidamente mantener a las fuerzas armadas venezolanas en “máxima alerta”, con ejercicios militares continuos ante una eventual “agresión” exterior.
Lula insistió en que la prioridad debe ser impedir cualquier escalada. “Es fundamental encontrar una solución antes de que el conflicto empiece”, afirmó, reiterando que trabajará para preservar la estabilidad y evitar que Sudamérica se vea envuelta en una confrontación militar.